FRANCFORT.- La compra masiva de deuda pública que inició el Banco Central Europeo (BCE) esta semana no frenará las reformas estructurales en la zona euro,
como temen algunos, ha asegurado este miércoles su presidente, Mario
Draghi.
"El impacto benéfico de nuestras compras de activos en las
condiciones de financiación no reducirá los estímulos para reformar",
dijo Draghi en un coloquio del sector bancario en Fráncfort. Más bien al
contrario: "incrementarán los beneficios de dichas reformas, en la
medida en que las empresas tienen incentivos para aumentar sus
inversiones, lo que acelerará la recuperación económica".
El BCE
inició el lunes la compra de deuda pública que inyectará, hasta
septiembre de 2016, 1,14 billones de euros en el sistema financiero de
la zona euro, siguiendo el modelo del Banco de Inglaterra y de la
Reserva Federal.
Países como Alemania temen que estas compras
-unos 60.000 millones de euros al mes- incentiven a los Estados de la
zona euro a levantar el pie del acelerador de las reformas estructurales
y presupuestarias.
El eurosistema "se convierte en el mayor
acreedor de los Estados", lamentó el lunes el presidente del Bundesbank,
Jens Weidmann, "una adicción que hará que los países aplacen 'sine
die' la consolidación necesaria de los presupuestos públicos".
Draghi
considera que estos temores no tienen fundamento. Como suele ser
habitual en los últimos meses, el banquero central recordó que la acción
del BCE no basta por sí sola para reactivar la economía de la zona
euro.
"Nuestras decisiones recientes son una herramienta válida y
eficaz para llevar la inflación más cerca de nuestro objetivo (un poco
menos del 2%). Pueden contribuir a la recuperación más rápida y
duradera", dijo. Pero "los gobiernos pueden y deben crear un entorno más
favorable a las inversiones realizando rápidamente y de forma creíble
reformas estructurales", dijo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario