BRUSELAS.- Los países europeos
han aceptado la nueva flexibilidad que promueve Bruselas en las reglas
comunitarias de disciplina fiscal para fomentar el crecimiento y la
inversión, pero algunos no ocultan cierta incomodidad y apuntan a los
riesgos de una interpretación demasiada laxa y a la pérdida de
credibilidad.
Los Veintiocho respaldaron esta semana la recomendación de la
Comisión Europea (CE) de dar dos años más a Francia, hasta 2017, para
que reduzca su déficit por debajo del límite del 3 % del PIB que marca
el Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC).
Pese a esta muestra de flexibilidad, en la sala del Consejo de
ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea, el Ecofin, se
escucharon críticas.
También en el seno de la propia Comisión hubo diferentes puntos de
vista sobre el grado de flexibilidad a aplicar a Francia, aunque
finalmente se llegó a un compromiso por mediación del presidente,
Jean-Claude Juncker, dijeron fuentes europeas.
La Unión no solo ha dado un nuevo margen a Francia, por tercera vez
después de 2009 y 2013, sino que también apoyó la recomendación de la CE
de no abrir un procedimiento contra Bélgica, Italia y Finlandia por
incumplir las reglas de la deuda, que fija un tope del 60 % del PIB.
El Banco Central Europeo (BCE) insiste una y otra vez en que la
"aplicación plena y coherente del PEC es indispensable para la confianza
en nuestro marco fiscal".
En el Ecofin del martes, el BCE afirmó que "no ve ningún argumento
convincente para dar más de un año" a Francia, que suele ser la norma,
según fuentes europeas, y algunos países advertían de la impresión que
puede despertar una decisión flexible para con países grandes sobre un
trato desigual con los más pequeños.
Portugal e Irlanda, rescatados ambos por sus socios, dijeron por su
parte que era difícil explicar este tipo de flexibilidad en casa sin
pedir y recibir el mismo trato, según las fuentes consultadas.
También sobrevoló el recuerdo de una fecha "fatídica" para la
disciplina fiscal y su credibilidad: 2003, cuando Francia y Alemania se
saltaron el PEC y "dividieron a Europa en dos", en los países que tienen
que cumplir y los que no.
Ahora, la UE se enfrenta al peligro "de volver a este espacio político", dijo Irlanda, según las fuentes.
El excanciller alemán Gerhard Schröder y el expresidente francés,
Jacques Chirac, pidieron entonces dar prioridad a la palabra
"crecimiento" en el PEC, el mismo argumento que diez años después
utilizarían el primer ministro italiano, Matteo Renzi, y el jefe de
Estado galo, François, Hollande.
El titular alemán, Wolfgang Schäuble, advirtió a la CE de que ha
interpretado la flexibilidad "hasta el extremo", de acuerdo con las
fuentes, y también el presidente del Eurogrupo y titular holandés de
Finanzas, Jeroen Dijsselbloem, alertó de un problema de credibilidad si
no se aplica e PEC por igual a todos los países.
Recordó que en 2013, a Francia se le dio dos años y a Holanda solo
uno. Ese país se le pidió un ajuste del 0,75 % del PIB y a París se le
exige un esfuerzo del 0,5 % en 2015.
El ministro español, Luis de Guindos, dijo a los periodistas que "las
reglas son importantes, hay que mantenerlas y tienen flexibilidad
interna, pero a veces le damos demasiada importancia a los instrumentos y
nos olvidamos de la finalidad básica, que es crecer y generar empleo".
La CE es consciente de las críticas y ha reiterado que será
"extremadamente diligente" a la hora de vigilar el cumplimiento de las
medidas prometidas por los beneficiarios de más flexibilidad a la hora
de garantizar un trato igualitario, porque "se trata de una cuestión de
la credibilidad del PEC", dijeron el comisario económico Pierre
Moscovici y el vicepresidente de la CE Vladis Dombrovskis.
Para Grégory Claeys, experto del centro de estudios Bruegel, el
enfoque "más político" de la nueva Comisión es el correcto, porque la
política de austeridad aplicada desde el peor momento de la crisis ha
demostrado que "quizás no haya sido la estrategia adecuada" si se
compara con la evolución más positiva que han tenido países como EEUU
que han aplicado una estrategia de estímulos.
Por ello, se debería "reformar" el PEC y hacerle no solo menos
complejo y más entendible, sino también incluso "más flexible", afirma,
porque la consolidación debe ser "de largo plazo" y volver
inmediatamente a un ajuste estricto y mayor cuando mejora el ciclo no es
bueno para economías "todavía frágiles".
No hay comentarios:
Publicar un comentario