MADRID.- El consejero ejecutivo de BBVA,
José Manuel González Páramo, ha afirmado este martes que la buena
gobernanza en las entidades financieras garantizan la supervivencia de
las mismas más que los niveles de capital y ha insistido en que la toma
de decisiones en el seno de los bancos ha de ser "clara y documentada".
"Elevados niveles de capital no aseguran un corrector perfil de
riesgo de las instituciones, de modo que el capital es una condición
necesaria, pero no suficiente, para asegurar una correcta gestión y
control de riesgos", ha señalado durante su participación en un foro de
debate organizado por el Consejo General de Economistas.
Desde su punto de vista, "un buen gobierno corporativo debería
asegurar un menor nivel de riesgo, un menor coste de capital y permitir
un mejor cumplimiento de la estrategia".
Además, es importante tener los roles y las responsabilidades de
los consejeros bien definidos, así como un análisis adecuado que permita
la correcta elección de los miembros del consejo y una política de
retribuciones que elimine los incentivos a la toma de riesgos
innecesarios.
En este sentido, cree conveniente que la toma de decisiones sea
"clara y documentada", con el fin de determinar qué decisión se tomó y
quién la adopto. De este modo, se evitarían casos como el de las
'tarjetas black' de Caja Madrid, un asunto que ha puesto sobre la mesa
sin citar el nombre de la entidad.
González-Páramo ha hecho hincapié en la relación que mantienen el
supervisor con el consejo de administración de las entidades y ha
explicado que desde la entrada en funcionamiento del MUS cada vez que un
banco renueva a un consejero el supervisor puede proceder a una nueva
evaluación de su grado de adecuación.
En este punto ha precisado que cada país tiene su norma de
idoneidad a la hora de nombrar consejeros y el Banco Central Europeo
(BCE) lo interpreta. En el supuesto de que aprecie que algún miembro del
consejo no es apto, puede que vete su entrada en el registro europeo de
bancos y banqueros.
En el caso concreto de los consejeros que hayan sido imputados y
se mantengan en la entidad, el supervisor analizará qué comité autorizó
el nombramiento y bajo qué condiciones.
"Si se mantuvieran imputados en
los consejos, con las nuevas normas del MUS, es muy probable que el
supervisor haga preguntas", ha añadido.
El consejero ejecutivo de BBVA ha indicado que la entrada en
funcionamiento del MUS supone la búsqueda de una cultura supervisora
única, lo que no implica asumir las prácticas supervisoras de una
jurisdicción en concreto, sino importar las mejores prácticas
supervisoras de todos los participantes.
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