MILÁN.- La Exposición
Universal de Milán 2015, que abrirá sus puertas al público el próximo
viernes, pretende convertirse durante seis meses en un gran foro global
sobre los retos de la alimentación en el siglo XXI.
Convocada bajo el tema "Alimentar el planeta, energía para la vida",
la Expo quiere centrar la atención mundial en el objetivo de erradicar
el hambre y en cómo producir de forma sostenible alimentos suficientes,
nutritivos e inocuos para una población mundial que se espera alcance
los 9.000 millones de personas en 2050.
Además de exhibir sus buenas prácticas y sus productos
agroalimentarios, los 145 países que participan en el evento,
distribuidos a lo largo de los dos ejes principales -Cardo y Decumano-
del recinto situado en las afueras de Milán, pugnarán por conquistar el
paladar de los más de 20 millones de visitantes previstos, a través de
una variada oferta gastronómica.
Cuando faltan pocos días para el comienzo del evento, la actividad en
el recinto es febril, en medio de una fuerte polémica por el retraso de
las obras y el sobrecoste que ha supuesto, aunque los responsables
insisten en que todo estará listo el 1 de mayo.
Los diversos casos de corrupción y las denuncias de implicación de
redes mafiosas durante la construcción del recinto han copado también
los titulares de los medios italianos durante los últimos meses.
Los organizadores aseguran que la Expo ayudará a la recuperación
económica de Italia -reforzando su imagen internacional- y que será un
éxito de público, con una media superior a 100.000 visitas al día y
subrayan los más de 8,5 millones de entradas vendidas con antelación,
cinco millones de ellas en el extranjero.
La Expo aprovechará al máximo el uso de nuevas tecnologías para
ofrecer una experiencia didáctica y participativa a los visitantes, que
contarán con todo tipo de aplicaciones para dispositivos móviles.
El precio de un billete de adulto para un día costará entre 34 y 39
euros, aunque existen diversos descuentos y promociones para familias.
Junto a las ONG, la sociedad civil y la empresa privada, distintas
organizaciones de las Naciones Unidas, en especial las dedicadas a la
alimentación -como la FAO-, tienen una presencia activa en el evento.
A fines de 2015 se cumple el plazo para la consecución de los Ocho
Objetivos de Desarrollo del Milenio de la ONU pero a pesar de los
progresos realizados en el Objetivo número 1 -reducir a la mitad la
proporción del hambre y la pobreza-, unos 842 millones de personas en
todo el mundo sufren aún de desnutrición crónica.
Latinoamérica cuenta con una destacada presencia en la Expo, con
Brasil, el mayor productor agropecuario de la región, con un pabellón de
4.133 metros cuadrados con el tema "Alimentando al mundo con
soluciones", mientras que otros participantes lo hacen bajo eslóganes
como "Argentina te alimenta", "La vida crece en Uruguay" o "Un país rico
en variedad" de Chile.
La presencia de otros países de la región gira en torno a un producto
particular, como es el caso de Bolivia con la quinua real y México con
el maíz.
Cuba presenta su biotecnología agrícola, Colombia su variedad
climática y rica biodiversidad y Venezuela defiende el derecho a la
alimentación, mientras que El Salvador y República Dominicana estarán
ubicados en el "cluster" del café.
Con apariencia de un invernadero de doble nave y una superficie de
3.331 metros cuadrados, el Pabellón de España -coordinado por el
organismo público Acción Cultural Española (AC/E)- quiere combinar
tradición e innovación a través de dos propuestas expositivas -El viaje
del sabor y El lenguaje del sabor- que promocionan los beneficios de la
dieta mediterránea y la revolución culinaria que ha convertido a los
chefs españoles en referentes internacionales.
Los "cluster" son una de las novedades de Expo Milán: se trata de
espacios que agrupan a países que producen un mismo alimento o comparten
características similares, no por su vecindad geográfica.
Además del café, están los del cacao, arroz; frutas y verduras;
cereales y tubérculos; especias, y los dedicados al área mediterránea,
los países insulares y las zonas áridas
El recinto de la Expo, de 110 hectáreas de superficie y que contará
con fuertes medidas de seguridad, se encuentra situado en la periferia
noroeste de Milán, a unos 16 kilómetros del centro de la ciudad, junto
al municipio de Rho, y cuenta con buenas comunicaciones por autopista,
ferrocarril y metro con la capital lombarda.
Milán es la segunda cita europea de las Exposiciones Universales tras
Expo Hannover 2000 (Alemania), y después del paréntesis asiático de
Expo Aichi 2005 (Japón) y Expo Shanghai 2010.
Entre medias se han celebrado las Exposiciones Internacionales -más
reducidas, con una duración de tres meses y un recinto limitado a 25
hectáreas-: Expo Zaragoza 2008 y Expo Yeosu 2012, según la actual
clasificación establecida por la Oficina Internacional de Exposiciones
(BIE, por sus siglas en francés), el organismo que regula este tipo de
eventos, creado en 1929 y que tiene su sede en París.
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