LONDRES.- Los mercados de deuda griegos
estaban el miércoles cerca de reflejar un incumplimiento de pagos y los
temores de que Grecia se vea forzada a abandonar la zona euro alcanzaron
nuevos máximos, aunque no existían señales evidentes de que los
inversores esperasen un contagio al resto de la región.
El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, el
jefe en Europa del Fondo Monetario Internacional (FMI), Poul Thomsen, y
un asesor de la Casa Blanca advirtieron la semana pasada que una salida
de Grecia de la zona euro podría generar inestabilidad.
Aún así, a los mercados financieros no parece
preocuparles, por ahora, la posibilidad de que la salida de Grecia del
bloque afecte a otras naciones endeudadas en el área monetaria compuesta
por 19 miembros.
El programa de compras de activos lanzado por el Banco
Central Europeo (BCE) para reactivar la inflación y la economía ha
alentado a los inversores a tolerar mayores niveles de riesgo.
Los mercados también se sienten más confiados por los
cortafuegos de la zona euro, como el fondo de rescate del bloque
diseñado para ayudar a bancos en problemas, y por la promesa del
presidente del BCE, Mario Draghi, de que hará "todo lo que sea
necesario" para preservar al euro.
A diferencia del punto álgido de la crisis de deuda de
2012, cuando los temores a una salida de Grecia generaron pánico y
sospechas de contagio a otras naciones de la zona euro, ahora los
inversores parecen estar relajados en torno al futuro del país heleno,
que representa apenas el 2 por ciento de la economía de la región.
"El mercado está bajo el efecto de un poderoso
anestésico de los bancos centrales, así que esto mantiene el riesgo de
contagio muy reducido", dijo Alberto Gallo, jefe de investigación de
crédito de Europa en RBS.
A fin de evitar una suspensión de pagos, Grecia ha
estado acudiendo a sus reservas públicas para las transacciones
temporales y ha ordenado a varias entidades estatales enviar al banco
central el efectivo que no planean utilizar de inmediato.
Estas medidas deberían permitir a Atenas cumplir con sus obligaciones de deuda hasta junio.
El anuncio detuvo el ascenso en los rendimientos de los
bonos griegos, pero éstos siguen peligrosamente elevados. Los bonos
griegos a dos años, que fueron emitidos el año pasado con retornos
menores al 4 por ciento, presentaban ahora un rendimiento del 28 por
ciento.
Los retornos de la deuda griega a 10 años aumentaron al 13 por ciento.
"Hubo un pequeño respiro, pero nada como para alegrarse", dijo Gianluca Ziglio, analista de Sunrisa Brokers.
Los volúmenes de operaciones se han derrumbado. Datos
del banco central griego muestran volúmenes nulos en la plataforma
electrónica HDAT entre el 27 de marzo y el 15 de abril. Sólo se
negociaron 63 millones de euros el mes pasado.
El volumen total para 2014 llegó a 10.400 millones de euros.
Los seguros de incumplimiento de créditos de la deuda
griega a cinco años se negociaban en más de 2.600 puntos base, lo que
implica que la probabilidad de una moratoria de pagos se ubica en un 90
por ciento, según datos de Markit.
La cifra se compara con el 8,8 por ciento de riesgo en
España, el 11,5 por ciento de Italia y el 13,5 por ciento en Portugal.
En el 2012, la amenaza de una salida de Grecia del euro elevó la
probabilidad de suspensión de pagos en las naciones del bloque a entre
40 y 60 por ciento. (1 dólar = 0,9297 euros)
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