miércoles, 29 de abril de 2015

Grecia cede un poco a sus acreedores con una lista de reformas

BRUSELAS.- Grecia presentó este miércoles a sus acreedores una serie de medidas que, sin ser espectaculares, van en el sentido deseado por ellos, en lo que parece un ejercicio de equilibrista por parte de Alexis Tsipras para satisfacer a Bruselas y a su partido.

Luego de una reunión del Eurogrupo --en la que los ministros de Finanzas de la zona euro discutieron el viernes en Riga, sin resultados--, los cónclaves se reanudaron en Bruselas en busca "de llegar a un acuerdo benéfico para ambos", según la terminología griega.
Debido a la "gran incertidumbre" en torno a este acuerdo, Moody's bajó este mismo miércoles la calificación de Grecia un peldaño, para situarla en Caa2, apenas dos escalones por encima del nivel que marca una inminente moratoria, y colocó al país en "perspectiva negativa".
La agencia neoyorquina también invoca los riesgos que subsistirían, aunque lograra un acuerdo, sobre las perspectivas financieras del país debido al "debilitamiento de la economía y a un ambiente político nacional frágil".
Los expertos técnicos del Eurogrupo (Euro Working Group) se reunieron este miércoles, antes de otro encuentro del grupo de Bruselas (representantes de Atenas y de sus acreedores) el jueves, según informaron las autoridades griegas.
La parte griega elaboró, con miras a ambas reuniones, una serie de reformas tendientes a aumentar los ingresos del país.
Según el diario Kathimerini, estas reformas podrían generar 1.300 millones de euros y prevén entre otras cosas una imposición creciente de los contribuyentes más ricos, tasas sobre los productos de lujo, venta de licencias de televisión, medidas para hacer más eficaz el cobro del IVA, o una lucha más eficaz contra el contrabando.
Pero su calendario e incluso su presentación en el parlamento, no es muy clara.
Además, el texto no parece contemplar nada respecto a temas menos consensuales como la liberalización del mercado de trabajo, las alzas del IVA o el espinoso temas de las jubilaciones, que gusta al FMI. El ala izquierda del gobierno no parece todavía dispuesta a aceptar esto.
El miércoles, el ministro de Energía, Panagiotis Lafazanis, principal representante de esta tendencia, dijo en una entrevista a la revista Crash que "Syriza (el partido de izquierda radical en el poder) no firmará nunca medidas contra las clases populares".
Apoyado por encuestas que muestran que una mayoría de griegos desean un compromiso antes que una ruptura con la UE, Tsipras muestra alguna confianza. Cree que puede haber un "primer acuerdo" esta semana, "la semana próxima a más tardar".
Por eso está dispuesto a aceptar las privatizaciones, como la del puerto del Pireo, rechazadas por algunos miembros de su gobierno a su llegada al poder en enero.
Las instancias europeas prefieren saludar la restructuración de los equipos de negociación griegos, con el aumento de influencia del viceministro de Relaciones Exteriores Euclide Tsakalotos para coordinar el conjunto de las discusiones, incluso si el controvertido ministro de Finanzas Yanis Varoufakis sigue dando la línea, como lo subrayó en una entrevista al semanario alemán Die Zeit.
El comisario europeo de Relaciones Económicas Pierre Moscovici saludó el miércoles "un equipo que parece más coherente, más dispuesto a las reformas (...) hombres con los que se puede hablar" y reiteró "la urgencia" de obtener "resultados".
Grecia, que no ha vuelto a obtener una moneda de sus acreedores desde el otoño boreal pasado, cuando todavía estaba el gobierno de coalición derecha-socialista, espera desesperadamente que le otorguen los 7.200 millones de euros prometidos por la UE.
En espera, ha pedido colaboración a las colectividades locales para conseguir fondos, y los bancos, víctimas de masivos retiros privados (unos 27.000 millones de euros de diciembre a marzo), solo se sostienen con el financiamiento de urgencia del BCE, que es hasta ahora de 76.900 millones de euros.
Varias fechas límite que se consideraban cruciales para un acuerdo, han pasado una tras otra desde enero sin que la catástrofe de un default griego se produzca.
Ahora la nueva fecha sería el 11 de mayo, cuando se llevará a cabo la próxima reunión del Eurogrupo en vísperas del pago de casi 800 millones de euros debidos por Grecia al FMI.

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