jueves, 30 de abril de 2015

El Banco de Japón mantiene su política monetaria estable

TOKIO.- El Banco de Japón mantuvo su estímulo monetario el jueves, absteniéndose de ofrecer una flexibilización adicional por el momento con la esperanza de que un aumento en los salarios y un rebote previsto del consumo privado lleven la inflación hacia su meta de un 2 por ciento.

Como se esperaba, el Banco de Japón dejó sin cambios su promesa de incrementar la base monetaria, o dinero en efectivo y depósitos en el banco central, a un ritmo anual de 80 billones de yenes (672.000 millones de dólares) a través de compras de bonos soberanos y activos de riesgo.
El Banco de Japón (BOJ, por su sigla en inglés) publicará un reporte semestral con nuevas previsiones económicas y de precios a largo plazo, que servirán como base para futuras decisiones de política monetaria.
El gobernador del BOJ, Haruhiko Kuroda, ofreció una conferencia de prensa a las 15.30 hora local (06.30 GMT) para explicar la decisión de política.
El BOJ ha mantenido su curso desde que expandió su estímulo en octubre del año pasado.
El Banco de Japón ha decidido "por mayoría" mantener intactas sus políticas de estímulo de cara a lograr su objetivo de elevar la inflación al 2% tras su última reunión, en la que ha revisado ligeramente a la baja su previsión de crecimiento e inflación para 2015 y 2016.
De este modo, la institución continuará comprando bonos del Tesoro y otros valores con el objetivo de incrementar la base monetaria a un ritmo anual de entre 80 billones de yenes (601.230 millones de euros), ya que la flexibilización cualitativa y cuantitativa (QQE) "ha estado ejerciendo los efectos deseados".
"El banco continuará con las medidas de alivio monetario cuantitativo y cualitativo, dirigidas a lograr el objetivo de estabilidad de precios del 2% tanto tiempo como sea necesario para mantenerlo de forma estable. Examinará tanto los riesgos al alza como a la baja para la actividad económica y los precios y hará los ajustes apropiados", asegura.
La decisión de política monetaria adoptada este viernes por la institución presidida por Haruhiko Kuroda ha contado con el voto a favor de ocho miembros del consejo y con un voto en contra.
Respecto a su análisis macroeconómico, subraya que es probable que la economía japonesa siga creciendo a un ritmo por encima de su potencial en 2015 y 2016. Sin embargo, en 2017 prevé que el crecimiento se ralentice debido al impacto que tendrá en la demanda subida del IVA prevista para abril de ese año.
En este contexto, ha revisado en una décima a la baja sus previsiones de crecimiento en comparación las del mes de enero, desde el 2,1% al 2% en 2015 y desde el 1,6% al 1,5% en 2016. Asimismo, establece que el PIB se incrementará dos décimas en el año 2017.
Asimismo, prevé que la tasa de inflación interanual descienda al 0,8% en 2015, dos décimas menos de lo que esperaba en enero, para repuntar al 2% en 2016, frente a su anterior estimación del 2,2%. De cara a 2017, prevé que se eleve al 3,2% por la subida del IVA, mientras que descontando sus efectos se situaría en el 1,9%.

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