RIGA.- Mientras los autobuses trasladaban
a los ministros de Finanzas europeos a la cena de gala el viernes por
la noche en la capital letona, uno del grupo permanecía en el hotel y
deambulaba solo al anochecer.
El griego Yanis Varoufakis tenía otros planes para la
cena, dijo, después de un duro primer día de reuniones en Riga que
subrayó su aislamiento mientras intenta evitar la bancarrota de su país.
Mientras otros ministros eran agasajados con comida
durante la reunión en Riga, Varoufakis fue visto casi todo el tiempo
solo, evitando a sus colaboradores o cualquier detalle de seguridad.
"Está completamente aislado", dijo un
funcionario de la eurozona bajo condición de anonimato. "Ni siquiera
vino a la cena para representar a su país", agregó, en referencia al
evento en el que ministros, acompañados por la música de un coro letón,
comieron salmón y lubina.
En el desayuno anterior a la reunión, Varoufakis y el
presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, evitaron el contacto
visual mientras se servían la comida, según observaron periodistas.
El endurecimiento contra Varoufakis corre el riesgo de
profundizar la división que Grecia debe superar con sus acreedores si
quiere evitar la suspensión de pagos.
Después de tres meses de negociaciones mayoritariamente
infructuosas, ministros de la eurozona le advirtieron el viernes de que
el gobierno izquierdista griego no obtendrá más ayuda hasta que acuerde
un plan de reforma económica completo, antes de finales de junio.
Algunos países están tan frustrados por lo que dicen es
el fracaso de Grecia para comprometerse que un ministro afirmó que
podría ser momento de prepararse para una suspensión de pagos.
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