WASHINGTON.- Estados Unidos y Japón reafirmaron
este martes la solidez de su alianza, "piedra angular" de la seguridad
en Asia-Pacífico, en un momento en el que la superpotencia china afirma
cada vez más su presencia en la región.
"La
alianza es la piedra angular de la paz y seguridad en la región
Asia-Pacífico", indicaron los dos países en un comunicado conjunto
difundido al inicio de un encuentro en la Casa Blanca entre el
presidente Barack Obama y el primer ministro Shinzo Abe, quien realiza
esta semana una visita histórica a Estados Unidos.
"El camino
recorrido por nuestros países demuestra que la reconciliación es
posible", señaló el texto, cuando se acerca el 70 aniversario del fin de
la Segunda Guerra Mundial, de la que Japón salió derrotado tras los
bombardeos atómicos estadounidenses en Hiroshima y Nagasaki.
A
propósito de la Segunda Guerra Mundial, el primer ministro japonés dijo
que estaba "profundamente apenado" por las mujeres asiáticas que fueron
esclavas sexuales de los militares de su país durante ese conflicto.
"Me
apena profundamente pensar en 'las mujeres de consuelo' que padecieron
sufrimientos inconmensurables en tanto víctimas del tráfico de seres
humanos", declaró Abe en una conferencia de prensa conjunta tras la
reunión.
"Durante la historia del siglo XX, la dignidad y los
derechos humanos fundamentales de las mujeres fueron a menudo violados",
agregó. Sin embargo, en ningún momento pidió perdón por la
responsabilidad de su país, como aguardan China y Corea.
El
documento conjunto advierte -en alusión a China, aunque sin nombrarla-
que "acciones de Estados debilitan el respeto de la soberanía e
integridad territorial intentando cambiar en forma unilateral el statu
quo por la fuerza o la coerción".
"Estas amenazas ponen en riesgo mucho de lo que hemos construido", añade.
Tokio
y Pekín se disputan la soberanía de islas deshabitadas en el mar de
China oriental, llamadas Senkaku por Japón y Diaoyu por China. Estados
Unidos tiene desde 1960 un tratado de defensa con Japón, que le obliga a
defender a ese país en caso de ataque.
Este martes, Obama
enfatizó que Estados Unidos y Japón "comparten la inquietud" sobre las
actividades de Pekín en el Mar de China, pues ha iniciado construcciones
en arrecifes de las islas Spratleys, disputadas desde hace décadas por
varios países de la región.
"Estados Unidos y Japón compartimos el
concepto de libertad de navegación, el respeto al derecho internacional
y a la resolución pacífica de diferendos sin limitaciones", dijo Obama.
De
todas formas, el mandatario enfatizó que "no creemos que una alianza
fuerte Estados Unidos-Japón debe ser vista como una provocación" por
China.
Obama y Abe celebraron además
los "avances significativos" en sus discusiones bilaterales para firmar
un vasto acuerdo de libre comercio Asia-Pacífico que abarcaría a 12
países -con la notoria ausencia de China- y representaría el 40% del PIB
mundial.
Obama advirtió de todas formas antes del encuentro que
no cree que se cerrarán todas las negociaciones en curso, recordando que
hay temas difíciles como la cuestión sensible de la apertura del
mercado automotor japonés a las empresas extranjeras.
Las
discusiones sobre este tema "pueden ser difíciles en nuestros dos
países", reconoció Obama, quien en este aspecto goza de un excepcional
apoyo de los republicanos pero tiene dificultades para convencer a su
propio partido, que teme que se pierdan empleos.
Destacó que "hay muchos vehículos japoneses en Estados Unidos. Quiero ver más vehículos estadounidenses en Japón.
"Si no establecemos reglas", agregó, "será China la que las escriba", había advertido antes de la cita.
Pero
también enfatizó, en declaraciones al diario The Wall Street Journal,
su visión sobre la importancia de un acuerdo transpacífico. "Si no
escribimos las reglas, China escribirá las reglas en esa región",
indicó.
En la conferencia de prensa conjunta posterior al
encuentro Obama y Abe dijeron que no se oponían al Banco Asiático de
Inversiones en Infraestructura (BAII) siempre y cuando tuviera altos
estándares y absoluta transparencia.
Ninguno de los dos dijo si se
sumarían a la entidad, a la que ya han adherido varios aliados europeos
y asiáticos, pero aclararon que trabajarían con la institución si sus
proyectos y préstamos tenían estándares rigurosos.
Tras el acuerdo
protocolar Obama agradeció al primer ministro japonés por todas las
cosas provenientes de Japón que los estadounidenses "adoran": el karate,
el karaoke, los mangas y "por supuesto, los (emoticones) emojis".
El
miércoles, Abe se convertirá en el primer dirigente japonés en tomar la
palabra ante el Congreso, un privilegio reservado a los mejores amigos
de Washington.
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