KATMANDÚ.- Nepal, uno de los países más
pobres de Asia, se enfrenta tras el terremoto a una costosa
reconstrucción que llevará años, justo cuando su economía empezaba a
recuperarse tras una década de guerra civil.
El sábado, un sismo
de magnitud 7,8 arrasó gran parte de la capital del país, Katmandú, y
acabó con la vida de más de 3.200 personas en el peor desastre ocurrido
en Nepal en los últimos 80 años.
Nepal, un país con una fuerte
inestabilidad política causada por la guerra con los rebeldes maoístas
que finalizó en 2006, tendrá que emprender ahora una reconstrucción que
su lastrada economía no podrá costear en solitario.
"El sismo ha
tenido un impacto devastador en la economía de Nepal, un país muy pobre y
con capacidades de financiación extremadamente limitadas para llevar a
cabo la reconstrucción con sus propios recursos", según Rajiv Biswas,
economista jefe para la región de Asia-Pacífico en la consultora IHS.
"El
costo total de reconstrucción en Nepal a largo plazo, si se usan
estándares de construcción apropiados para regiones vulnerables a los
terremotos, podría superar los 5.000 millones de dólares, alrededor del
20% del Producto Interior Bruto (PIB) de Nepal", agregó.
"Se
necesitarán urgentemente equipos internacionales de socorro y de
rescate, así como ayuda financiera y técnica internacional a gran escala
para reconstruir la economía a largo plazo", según el experto.
Nepal
tiene un PIB per cápita de sólo 1.000 dólares por persona, según IHS,
con muchas familias pobres que dependen de la agricultura y, cada vez
más, del turismo para llegar a fin de mes.
La agricultura es el
sector más importante de la economía, da trabajo a más del 70% de la
población y aporta el 33% del PIB, según la página web de la consultora.
El sismo del sábado, el más fuerte ocurrido en Nepal desde 1934,
cuando murieron 10.700 personas, destrozó las infraestructuras, las
carreteras y los edificios y paralizó las las comunicaciones.
Un
funcionario del Banco Asiático de Desarrollo, Hun Kim, consideró que el
40% de la economía del país se había visto afectada.
"La
agricultura supone más del 30% de nuestro PIB y con 36 distritos
afectados no es probable que nuestras proyecciones económicas se
cumplan. Se avecinan tiempos difíciles", dijo Bishamber Pyakurel,
un economista de Katmandú.
"La demanda de productos de primera
necesidad está aumentado pero hay una restricción en la oferta", agregó,
y advirtió de que el precio de los alimentos empezaría a subir.
El
PIB de Nepal creció un 5,48% el año pasado, según la página web de la
oficina central de estadísticas del país, una cifra muy positiva
comparada con el 0,16% de 2002, cuando la insurrección maoísta estaba en
su momento álgido.
El turismo ha supuesto una actividad crucial
para el crecimiento económico. Nepal atrajo a casi 800.000 visitantes
extranjeros en 2013, muchos de ellos llegados para escalar el Everest
pero también otros interesados en conocer la rica historia cultural de
Katmandú.
Parte de la capital ha quedado en ruinas y miles de sus
habitantes viven en tiendas de campaña después de que sus hogares
quedaran reducidos a escombros tras el terremoto.
El sismo también causó un alud en el Everest que arrasó parte del campamento base y acabó con la vida de 18 personas.
El
turismo de escalada constituye una fuente vital de ingresos que se verá
muy reducida este año, justo cuando el país más lo necesita.
El
jefe del departamento de turismo Tulsi Gautam avisó de que podría
suspenderse la temporada de escalada en lo que queda de año aunque
remarcó que todavía no se ha tomado ninguna decisión oficial.
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