FRANCFORT.- El presidente del Banco Central
Europeo (BCE), Mario Draghi, ha destacado que la magnitud de los
esfuerzos en política monetaria de la institución en 2014 ha sido
"extraordinaria en términos históricos", y ha resaltado la eficacia y la
credibilidad de todas las medidas adoptadas el pasado año.
"Nuestras medidas no sólo han sido coherentes con nuestro mandato,
también han sido creíbles, transparentes y eficaces. Siguen respaldando
la confianza en el euro", afirma el presidente del banco central en el
prólogo del Informe Anual 2014 del BCE.
Draghi subraya que la evidencia inicial muestra que las
iniciativas de política monetaria tomadas surtieron efecto al actuar de
forma conjunta, ya que los tipos de interés de los préstamos bancarios a
las sociedades no financieras comenzaron a reducirse en el segundo
semestre del año y mostraron una menor dispersión entre países.
En esta línea, añade que la contracción del crédito parece estar
invirtiendo su tendencia, mientras que las previsiones de crecimiento,
así como las expectativas de inflación, tanto de analistas externos como
de los expertos del BCE, se han revisado al alza, y, en general, la
confianza también ha mejorado.
Asimismo, apunta que la adhesión de Letonia al euro a principios
de 2014 y la conclusión de los preparativos para la adhesión de Lituania
el 1 de enero de 2015 son pruebas del "atractivo" de la divisa común
europea.
Draghí subrayó que la confluencia en 2014 de varias líneas de
trabajo iniciadas en años anteriores en una respuesta de política
monetaria coherente permite confiar en que la "débil y desigual"
recuperación registrada en 2014 pase a ser "más sólida y sostenida" y en
que la inflación vuelva al objetivo del BCE de mantener tasas
inferiores, aunque próximas, al 2% a medio plazo.
Así, admite que, desde una perspectiva de política monetaria, el
entorno al que se enfrentó el BCE en 2014 fue "complejo", ya que la
frágil recuperación que había comenzado en 2013 no experimentó la
aceleración esperada inicialmente, mientras que el crecimiento monetario
siguió siendo contenido y el crédito continuó contrayéndose, aunque a
un ritmo cada vez más lento.
Además, añade que en un contexto de reducidas presiones
inflacionistas internas, la notable caída de los precios del petróleo
desde mediados de 2014 dio lugar a considerables descensos adicionales
de la inflación hacia finales de año, lo que hacia temer que se
mantuviera en niveles reducidos durante demasiado tiempo, afectando en
última instancia también a las expectativas de inflación a más largo
plazo.
"Esta situación requería una actuación decidida de política
monetaria", recalca Draghi, quien justifica la necesidad de aplicar
medidas no convencionales en que la transmisión de su política monetaria
se vio dificultada durante algún tiempo en toda la zona del euro,
observándose grandes diferencias entre países.
Otras de las "razones fundamentales" de estas medidas fue que el
margen para utilizar el instrumento de política monetaria convencional
--los tipos de interés nominales a corto plazo-- era limitado, dado que
dichos tipos ya se encontraban cerca de su límite inferior efectivo.
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