ROTTERDAM.- Un número cada vez
mayor de españoles se deciden a emprender su proyecto empresarial en
Holanda, un país con una de las economías más fuertes del mundo pese a
su pequeño tamaño, y lo hacen atraídos por ventajas como su posición
comercial y el apoyo a las pequeñas y medianas empresas.
"El incremento de españoles en Holanda es muy notorio y aunque más
lento, también observamos el efecto del desarrollo de negocios españoles
fuera de sus fronteras", dijo el presidente de la Asociación
Bussines Club Spanje, Marco Kivit.
Para Kivit la presencia de emprendedores españoles en Holanda
"enriquece nuestra cultura a través de sus habilidades sociales y el
valor que dan a la calidad de vida, así como los fuertes lazos que les
unen a la familia y amigos".
El espíritu emprendedor y la búsqueda de nuevas oportunidades de
negocio de las empresas españolas en el exterior configura un panorama
cada vez más fructífero de experiencias empresariales con acento español
en Holanda.
Es el caso de Ignacio García, quien junto con otros socios, entre
ellos un holandés, ha puesto en marcha Tailwind Crowd, una compañía de
servicios financieros para empresas basada en los principios del
micromecenazgo.
García, con experiencia emprendiendo en los dos países, señaló
que "el motor de la economía de ambos es la pequeña y mediana empresa y
en los dos casos se trata de un sector con apoyos".
La situación ventajosa de Holanda, sus sólidas infraestructuras como
el puerto de Rotterdam o el aeropuerto de Amsterdam-Schiphol le
convierten en uno de los centros de distribución mundiales más
importantes, destaca por su parte el consejero económico y comercial de
la embajada de España en Holanda, Enrique Fanjul.
"Siempre ha sido un destino atractivo para el emprendedor (en Holanda
el 12 % de la población activa son autónomos)", indicó el
diplomático español, que también apuntó a que "en los últimos años
venimos notado un incremento del número de emprendedores españoles
aquí".
Agregó que ello "está asociado al creciente interés de las empresas
españolas por los mercados internacionales, y a la evidente importancia
del mercado holandés, que es el séptimo mayor mercado para España en
todo el mundo".
En ello coincide Sonia Portillo, directora de Hello World, una
agencia holandesa de expertos en orientación laboral, así como en ayudar
y asesorar a extranjeros que se instalan en el país.
"Hay muchos españoles viviendo en Holanda. Se ha notado un aumento"
de esa presencia, dijo la experta que no relaciona esa mayor presencia
española únicamente con la crisis económica que ha vivido el país porque
"muchos de nuestros clientes vienen a vivir una experiencia y muchos
otros por placer".
Para Ignacio García, "Holanda es uno de los países con mayor número
de empresas emergentes en Europa, creciendo un 6 % en el último año
frente al 3 % de media de la Unión Europea (UE)", además de destacar "el
apoyo e inversión por parte del gobierno, sector privado y aceleradores
de empresas".
"Si algo admiro de Holanda, es su
apertura hacia gente de otros países, pero también las facilidades y
apoyos que se encuentran como emprendedor", dijo García, que
destacó "la importancia, sobre todo al principio, de contar en la
empresa con personas nativas porque ayudan a entender mejor el mercado,
los aspectos legales y facilita bastante las cosas".
La bicicleta, uno de los iconos de la cultura holandesa, es central
en la empresa Beciclos, fundada por tres españoles y una holandesa, y
que se ha especializado en la reparación de bicicletas y en su venta en
España y el resto de Europa para "expandir la cultura neerlandesa de la
bici", explicó su responsable de mercadotecnia, Ana Larrea.
"Empezar una empresa en Holanda es fácil porque solo necesitas un
día, alrededor de 70 euros y si quieres un notario", señaló Larrea, que
también subrayó que "los holandeses son buenos emprendedores con alto
nivel de inglés, de mentalidad abierta y grandes habilidades para hacer
contactos profesionales o networking".
Trini Balust, con 28 años de experiencia en el sector de la
importación de vinos españoles, cerveza y productos gastronómicos, y
propietaria de Cava Barcelona, señaló por su parte "la facilidad con la
que puedes empezar una empresa en Holanda", pero también advirtió de una
parte negativa, porque "las pocas exigencias no protegen y dan cabida a
empresarios sin experiencia".
Balust, que destacó "el carácter emprendedor y luchador de los
españoles", consideró también que "ser emprendedor se elige por
convicción y tiene sus riesgos y sus satisfacciones, tanto en Holanda
como en España".
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