martes, 28 de abril de 2015

España corre a golpe de consumo pero falta combustible

MADRID.- La recuperación de la confianza de los consumidores españoles apuntala la revisión al alza -del 2 al 2,9 por ciento- en los pronósticos oficiales de crecimiento de la economía para este año.

Las cifras también están alimentando las esperanzas del gobierno de centroderecha, que cree que el crecimiento puede ayudarle a ganar las elecciones generales de finales de este año - a pesar de que las encuestas muestran un fuerte retroceso de la formación - y continuar por otros cinco años.
Sin embargo, esta historia de recuperación puede ser puesta a prueba mucho antes, dejando descansar sobre la industria y las exportaciones el peso del crecimiento.
Algunos economistas predicen que el repunte del consumo puede ceder en un año, ante la dificultad de reducir sustancialmente en el medio plazo una tasa de paro que afecta a uno de cada cuatro entre la población activa.
Además, el presupuesto de las familias sigue muy constreñido como muestra el hecho de que para la mayoría de los hogares sondeados en las encuestas su situación no ha mejorado en los últimos seis meses.
"El repunte ha sido en gran parte a costa del ahorro", dijo Ángel Laborda, economista de Funcas, que espera que el crecimiento en el consumo de los hogares se desacelere en 2016, en línea con 13 de las 17 consultorías encuestadas sobre el asunto.
En el corto plazo, el consumo privado podría alcanzar el 2,7 por ciento de crecimiento en 2015, una de las tasas más altas de Europa, después de alcanzar un máximo de seis años en 2014, según las previsiones de la Comisión Europea.
Muchas empresas ya están viendo el impacto: las ventas de coches nuevos crecieron un 40 por ciento en marzo, el gasto en hoteles superó la pasada Semana Santa en un 56 por ciento el de hace un año y la venta de artículos para el hogar como electrodomésticos ha crecido un 3,1 por ciento en lo que va de año.
Incluso la recogida de residuos, que muestra que la gente está reemplazando artículos voluminosos como televisores o muebles, está creciendo, explican fuentes del sector.
Pero mantener el repunte del consumo depende de que repunte también el flujo de crédito, que se desplomó cuando el auge económico del país alimentado por la deuda se detuvo en 2008, pero que ahora está impulsando el propio Banco Central Europeo con su política de amplia liquidez.
La patronal de financiadores de créditos de consumo Asnef dijo recientemente que los préstamos aumentaron en 2014 por segundo año consecutivo a una tasa del 8,25 por ciento.
Pero los factores clave que han venido impulsando el gasto, como la inflación negativa o un euro más débil, probablemente acabarán desvaneciéndose.
Los recientes recortes salariales, una herramienta muy popular en los últimos años entre los empresarios para ahorrar costes, podrían actuar también como freno así como la resistencia de algunas familias españolas- entre las más endeudadas de Europa - a asumir más crédito.
En el corto plazo, el aumento del turismo y las exportaciones deberían contribuir a cubrir la brecha desde el punto de vista macroeconómico.
Sin embargo, todavía está por desvelarse un modelo de crecimiento a largo plazo mientras el entorno empresarial está todavía lejos de la bonanza de otras épocas.
"Venimos de años muy malos, y ahora en los primeros meses hemos visto cierta mejoría, estamos recibiendo más llamadas... (Pero) las ventas ni siquiera han llegado todavía a los niveles de 2011", dijo una fuente.

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