LONDRES.- La economía de la zona euro está
en un camino de recuperación sostenible, según la mayoría de analistas
encuestados que también ofrecieron una posibilidad de algo
más del 25 por ciento de que Grecia abandone el bloque de la moneda
única.
Los economistas son mucho más optimistas sobre el
cambio de rumbo en la región respecto al mes anterior, lo que debería
proveer de cierto entusiasmo dado que durante años la debilidad de la
zona euro ha sido uno de los principales riesgos para el crecimiento
económico global.
El crecimiento del Producto Interno Bruto tendría de
promedio un firme 0,4 por ciento por trimestre hasta mediados del 2016,
dando una tasa anual de 1,4 por ciento este año y de 1,6 por ciento en
el 2016.
Aunque esas cifras se han mantenido en su mayor parte
sin cambios desde un sondeo en marzo, 23 de los 55 bancos que
participaron en ambas encuestas revisaron al alza sus predicciones
anuales. Y una clara mayoría, 30 de 36, dijo que la zona euro se
encuentra ahora en un camino de recuperación sostenible.
Gran parte de este optimismo puede atribuirse a un
mayor poder de gasto del consumidor ante los bajos precios del petróleo y
el lanzamiento del programa de compra de activos del Banco Central
Europeo de unos 60.000 millones de euros al mes.
A través de ese programa de alivio cuantitativo, que
comenzó en marzo, el BCE adquirirá en su mayoría bonos soberanos, ya sea
hasta septiembre del 2016 o hasta que la inflación vuelva a su objetivo
cercano a un 2 por ciento.
Los precios del petróleo colapsaron en más de un 50 por
ciento entre junio del 2014 y enero de este año. Un sondeo por separado sugirió que es improbable que los valores del crudo se
recuperen significativamente el próximo año.
"El impulso del ingreso real por los bajos precios del
crudo está teniendo un efecto inmediato en el comportamiento del
consumidor y esa es la principal razón por la que esperamos que la tasa
de crecimiento se acelere durante la primera mitad de este año", dijo
Ken Wattret, codirector de economías de mercado europeas de BNP Paribas.
El euro, que se ha debilitado desde mediados del 2014
casi sin pausa, también parece haber beneficiado al bloque, un
exportador neto de bienes. Un sondeo en abril mostró que
todavía existe la posibilidad de que se deprecie aún más.
El presidente del BCE, Mario Draghi, dijo que hay una
clara evidencia de que las medidas adoptadas en política monetaria han
sido efectivas. Los economistas parecen ser aún más optimistas y esperan
que el banco logre reducir su programa de estímulo antes de septiembre
del 2016.
La posibilidad de que Grecia salga del bloque de la
moneda única es un riesgo para las perspectivas económicas de la zona
euro y la economía global.
Grecia tiene dificultades para pagar a sus empleados y
necesita de nueva ayuda financiera para reembolsar casi 1.000 millones
de euros al Fondo Monetario Internacional en mayo.
Aunque la media de las previsiones en el sondeo de una posibilidad de casi 28 por ciento de que Grecia salga del
euro es menos pesimista que la de los mercados de bonos, la estimación
fue revisada levemente al alza frente al mes pasado.
La economía de Grecia crecería 0,7 por ciento este año y 2,1 por ciento el próximo, por debajo de las predicciones de enero.
En contraste, Alemania una vez más liderará al bloque.
Pronósticos anuales de crecimiento para la mayor economía del Europa
fueron revisados al alza a 1,9 por ciento este año y el próximo,
respecto a 1,4 y 1,8 por ciento.
Las previsiones de crecimiento para Francia también
fueron revisadas al alza levemente, aunque economistas en un sondeo
dijeron que el Gobierno no logrará reducir el déficit público en el
nivel prometido.
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