lunes, 13 de abril de 2015

Ed Miliband defiende la credibilidad económica de su partido en Gran Bretaña

LONDRES.- El líder de los laboristas británicos, Ed Miliband, declaró este lunes en Manchester que está "preparado" para ser el próximo primer ministro, en un discurso centrado en la economía, considerada como el punto débil de su partido, a pocas semanas de las elecciones legislativas del 7 de mayo. 

Mientras el gobernante Partido Conservador predice "un regreso al caos económico" si vence la izquierda, Miliband prometió que su formación "reducirá el déficit (público) cada año", presentando un proyecto que, según él, será "responsable" y más generoso con los humildes.
"Estoy preparado. Preparado para acabar con la vieja y manida cantinela que dice que, mientras se ayude a los ricos y a los poderosos, todo irá bien", declaró, a 24 días de unos comicios que serán muy reñidos, según los sondeos.
"El programa que presentamos no es menos ambicioso porque vivamos en tiempos de penuria. Es más ambicioso porque procede de un compromiso claro para equilibrar el presupuesto", explicó Miliband, que prometió que ninguna de las medidas que defiende "se financiará con préstamos adicionales".
El manifiesto muestra que "el Partido Laborista no es solo el partido del cambio, sino también un partido responsable", aseguró, a pesar de que sus opositores no dejan de acusarle de querer "pedir más dinero prestado para gastar más".
El actual viceprimer ministro y líder de los demoliberales, Nick Clegg, criticó que no hubiera ninguna fecha concreta para acabar con el déficit público en el programa laborista.
Los conservadores, que llevan cinco años gobernando en una coalición con los demoliberales, tampoco pierden ocasión para atribuirle el déficit que heredaron en 2010 a los gobiernos laboristas de Tony Blair y Gordon Brown, entre 1997 y 2010.
El partido del primer ministro, David Cameron, presentará el martes su propio programa, con la promesa de poner fin al déficit público -que las previsiones sitúan en el 4% del PIB en el ejercicio 2015/2016- de aquí al año fiscal 2017-2018.
Los laboristas aseguran que tendrán que reducir el gasto público en todos los sectores excepto la educación y la salud, para conseguir su objetivo.
Si regresan al poder tras cinco años, prevén limitar los subsidios familiares, reducir el sueldo de los ministros en un 5% y suprimir para los jubilados más acomodados la ayuda al pago de las facturas energéticas en invierno.
El partido de Miliband prometió, además, aportar cada año 2.500 millones de libras -unos 3.663 millones de dólares- adicionales para el sistema público de salud (NHS, por sus siglas en inglés), que se financiarán con diversas subidas de impuestos, incluida una tasa sobre las casas más lujosas y un impuesto para la industria tabacalera.
Los conservadores se comprometieron, por su parte, a invertir cada año al menos 8.000 millones de libras adicionales en el NHS hasta 2020, tres veces más que sus rivales. Una promesa que el Partido Laborista calificó de "fantasiosa".
Los laboristas también repitieron varias promesas electorales, como una reglamentación estricta para los contratos de "cero horas" (que no especifican ninguna duración ni remuneración para el trabajador) y una subida del salario mínimo hasta las ocho libras por hora (frente a las 6,40 actuales).

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