WASHINGTON.- La Reserva Federal
(Fed) de Estados Unidos comenzó hoy una nueva reunión de dos días sobre
política monetaria centrada en el debate acerca de la pertinencia del
retraso en la subida de tipos de interés, ante la debilidad de los
últimos indicadores económicos y el fortalecimiento del dólar.
Tras un fuerte final de 2014, la economía estadounidense parece haber
perdido algo del ímpetu al inicio de 2015, con unos datos de desempleo
menos positivos de lo esperado y una inflación a la que no ayudan a
despegar los bajos precios del petróleo y la apreciación del dólar.
Hace apenas un par de meses, la Fed parecía preparada para anunciar
en los próximos meses su primer movimiento de tipos, entre el 0 y el
0,25 % desde finales de 2008, en un reconocimiento explícito de la
recuperación de la economía tras la conocida como "Gran Recesión", que
sucedió a la crisis financiera de 2008.
La presidenta del organismo, Janet Yellen, justificó la eliminación
de la palabra "paciente" del comunicado del banco central
estadounidense, lo que abría la puerta un alza de tipos tan pronto como
en junio.
Sin embargo, el final del dinero barato en Estados Unidos parece
ahora que se postergará unos meses, al menos hasta septiembre, aunque
los analistas coinciden en que ocurrirá antes del final de 2015.
En esta ocasión, no habrá rueda de prensa de Yellen al final del
encuentro y después de la divulgación del comunicado a las 14.00 hora
local (18.00 GMT) mañana, miércoles.
"Los datos han sorprendido a la baja. Es razonable pensar que el
umbral se ha elevado" para una posible subida de tipos en junio, aseguró
William Dudley, el presidente de la Reserva Federal de Nueva York, uno
de los miembros de la Fed más cercanos a Yellen.
Ciertamente, el primer trimestre del año ha sido algo decepcionante
si se tiene en cuenta que la sólida creación de empleo se ha
ralentizado. En estos tres meses se agregaron una media de 197.000
empleos mensuales a la economía, frente a una media de 260.000 mensuales
en 2014.
Asimismo, la inflación lleva ya 3 años por debajo del objetivo del 2 %
a medio plazo de la Fed; y en los últimos doce meses se ubicó en marzo
en el -0,1 %.
Los miembros del banco central coinciden en ver esta situación como
temporal, y la relacionan con la caída en los precios del petróleo y la
apreciación del dólar, pero apuntan a que obliga a retrasar la
anticipada alza de tipos.
De hecho, el dólar se ha apreciado cerca de un 15 % respecto a
monedas como el euro y el yen desde el verano pasado; mientras que el
barril de crudo ha caído casi un 50 % en los últimos nueve meses.
Algunos expertos advierten de que este fortalecimiento del dólar
pueda prolongarse debido a que tanto el Banco Central Europeo (BCE) como
el Banco de Japón se encuentren inmersos en multimillonarios programas
de inyección de liquidez para revitalizar sus incipientes
recuperaciones.
Pese a estos vientos en contra, Estados Unidos es el principal motor
económico global entre los países avanzados, con un crecimiento estimado
para 2015 y 2016 por encima del 3 %, de acuerdo a los recientes
pronósticos del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Al fin del primer día de la semana, los mercados cerraron a la baja a
la espera de la reunión de la Fed y el Dow Jones de Industriales, el
principal indicador de Wall Street registró un descenso de un 0,23 % en
una jornada volátil que arrancó con ganancias pero que se diluyeron por
el mal desempeño del sector de empresas de biotecnología.
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