sábado, 25 de abril de 2015

Ecuador apuesta a ser una nación sin pobreza extrema

QUITO.- Ecuador es uno de los países de América Latina que más redujo la pobreza hasta 2014 y si todo marcha bien, los pronósticos del Gobierno de la Revolución Ciudadana para 2017 son disminuir a un tres por ciento la incidencia de ese flagelo entre la población.

El índice de pobreza por consumo en Ecuador descendió a 25,8 por ciento a nivel nacional al término de 2014, pero el país suramericano aspira a bajar aún más esos números con la aplicación de políticas públicas. Así lo ha expresado el presidente de Ecuador, Rafael Correa, en reiteradas ocasiones y en disímiles escenarios; por ejemplo a través de su cuenta de Twitter.

Al conocer recientemente los resultados de la Encuesta de Condiciones de Vida (ECV), el economista calificó de esperanzadores los parámetros y refirió cómo las condiciones de pobreza extrema en el país bajaron a 5,7 por ciento.

Una buena noticia, comentó Correa en su Twitter, y luego en varias comparecencias públicas recordó que la encuesta se realiza cada cuatro años y en esta ocasión se consultaron más de 28.000 hogares y 900.000 personas a escala nacional.

La ECV realizada entre noviembre de 2013 y similar mes de 2014 es la más completa, refirió Correa acerca de los resultados ofrecidos por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), adscrito a la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (Senplades).

Correa explicó que miles de familias ecuatorianas mejoraron su calidad de vida y salieron de la pobreza como resultado de las iniciativas gubernamentales en este período.

Ecuador es de los países de América Latina que más redujo pobreza, y en 2017 entregaremos un país con tres por ciento de pobreza absoluta, certificó el mandatario.

Aclaró que la zona de la Amazonía es la más vulnerable y la pobreza alcanza el 22 por ciento, lo cual manifiesta la exclusión padecida en esa área durante sucesivas administraciones, aún cuando representa el cinco por ciento de la población de Ecuador, de 16 millones de habitantes.

El jefe de Estado catalogó de posible la erradicación del flagelo en la Amazonía, tratándose precisamente de que es una población a la cual es viable llegar con proyectos socioeconómicos para su inclusión y desarrollo.

Pabel Muñoz, secretario nacional de la Senplades, insistió por su parte en que de cualquier manera se evidencia disminución de la pobreza, más igualdad y que la distancia entre ricos y pobres se acorta.

Destacó como positivos los resultados de Ecuador en la valoración de los diferentes tipos de pobreza: por ingresos, consumo y necesidades básicas insatisfechas (NBI).

Según la ECV, de 2006 a 2014 la pobreza por consumo disminuyó a escala nacional en 32,6 por ciento, equivalente a 1,3 millones de personas, una reducción mayor a la registrada de 1998 a 2006, cuando bajó en 14,5 por ciento.

La encuesta obtuvo indicadores sobre niveles de vida y bienestar de la población relacionados a factores como educación, salud, pobreza e inequidad para la aplicación de política pública.

El censo incluyó temas como hábitos, prácticas y uso del tiempo de los hogares, y bienestar psicosocial.

Al tomar en cuenta economía, hacinamiento habitacional, acceso a educación, vivienda y servicios básicos, en 2014 las carencias por consumo llegaron a 25,8 por ciento, en el campo a 47,3 y en la ciudad 15,5; en comparación al 38,3; 61,5, y 24,9 por ciento registrados en 2006, respectivamente.

Por otro lado, la Secretaría Técnica de Erradicación de la Pobreza de Ecuador (Setep) informó que ya colabora con la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) en el diseño de una estrategia continental para erradicar el mal.

La escasez afectó en 2014 al 28 por ciento de la población regional, de acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), abundó Ana María Larrea, encargada de la Setep.

Estamos asesorando a la Celac, ya no es un objetivo solamente nacional, sino de toda América Latina, atestiguó la funcionaria durante la presentación de un informe del trabajo anual de la entidad.

Hemos podido ver que casi ningún país cuenta con una estrategia intersectorial y territorial articulada como la de Ecuador, señaló.

Expuso que en el país, que ocupa la presidencia pro témpore de Celac, existe una táctica nacional para desterrar la indigencia y planificar las metas a fin de establecer políticas públicas y evaluarlas.

La pobreza es fruto de las desigualdades, no solo en término de ingresos económicos, sino en las múltiples diferencias que históricamente hemos vivido a nivel territorial, entre grupos étnicos, de género, edad, discapacidad o por condición migratoria, apuntó.

De 2004 a 2013, 250.000 ecuatorianos dejaron de estar en esa condición, y de 2006 a 2011 unos 450.000 niños abandonaron el trabajo en las calles, constató.

La visión, subrayó, es tener una nación y un continente libres del flagelo de la penuria, con parámetros razonables de igualdad, equidad y sostenibilidad social.

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