LONDRES/NUEVA YORK/PEKÍN.- Israel, uno de los aliados más fieles de EE.UU.,
después del enfriamiento de sus relaciones con el país norteamericano ha
solicitado su unión al Banco Asiático de Inversiones en Infraestructura
(BAII), creado por China. Así el país asiático priva a EE.UU. de sus
aliados, quedando sólo Japón fuera de su ingeniosa entidad financiera.
El reelegido primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, firmó la solicitud para adherirse al BAII, liderado por China, informa 'The Telegraph'.
"Su adhesión al banco chino permitirá a Tel Aviv la integración de
las compañías israelíes en diferentes proyectos de infraestructura
financiados por el banco asiático", dice el comunicado publicado en el sitio web del Ministerio de los Asuntos Exteriores de Israel.
Además, el país asiático desafía a EE.UU al tratar de obtener del
Fondo Monetario Internacional (FMI) el estatus de moneda de reserva para
su divisa nacional, el yuan, con lo cual este será incluido en la bolsa
junto con el dólar, euro y otras monedas internacionales, reporta 'The Wall Street Journal'.
Así este intento del país asiático, que cuenta con el apoyo de
diferentes miembros del FMI, permitirá a diferentes gobiernos e
instituciones utilizar la divisa nacional china como parte de sus
reservas internacionales, facilitando el comercio internacional y el
pago con yuanes.
El Banco Asiático de Inversiones en Infraestructura
(BAII) creado por China atrae cada vez más la atención de los
financistas. Algunos creen que competirá con el Banco Mundial y el FMI,
que están bajo la influencia de Occidente. Otros opinan que el banco
representa un intento de China de aumentar su influencia en la economía
mundial o incluso de cambiar el orden financiero mundial. Pero, ¿qué más
sabemos sobre el BAII?
Oficialmente el Banco Asiático de Inversiones en Infraestructura
(BAII) fue fundado en Pekín en octubre de 2014. Sus objetivos
principales son estimular la cooperación financiera en la región y
financiar proyectos de infraestructura en Asia: desde la construcción de
carreteras y aeropuertos hasta de antenas de comunicación y viviendas
económicas, informa el portal vestifinance.ru.
Sin embargo, a un nivel más profundo, los economistas señalan que la creación del BAII es el resultado de años de críticas por parte de China hacia el Banco Mundial y el Banco Asiático de Desarrollo, entidades que, según Pekín, ofrecen oportunidades muy limitadas para las economías en desarrollo.
Sin embargo, a un nivel más profundo, los economistas señalan que la creación del BAII es el resultado de años de críticas por parte de China hacia el Banco Mundial y el Banco Asiático de Desarrollo, entidades que, según Pekín, ofrecen oportunidades muy limitadas para las economías en desarrollo.
¿Quién participa en el proyecto?
Hasta la fecha, 45 países ya se han unido al BAII. Excepto EE.UU. y Japón,
las principales economías del mundo, incluidos los países europeos, han
expresado su deseo de unirse al banco. Entre los 21 países que
participaron en la ceremonia de inauguración del banco el año pasado
figuraban la India, Tailandia y Singapur.
En lo que va de año, la lista de participantes se ha ampliado con el Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Suiza, Luxemburgo, Brasil, Australia, Corea del Sur y Rusia.
Además, Arabia Saudita, Omán, Qatar y Egipto también manifestaron su
deseo de unirse a esta estructura. Y la lista todavía puede ampliarse.
De acuerdo con el Memorando de Entendimiento de octubre de 2014, el capital social del BAII asciende a 100.000 millones de dólares. La mitad de esta suma está proporcionada por China.
Aunque algunos opinan que esta enorme contribución facilitará a Pekín
un control de facto sobre la nueva institución, el ministro de Finanzas
chino, Lou Jiwei, afirmó que su país no pretende obtener una
participación del 50% en el nuevo banco.
La contribución del 50% del capital inicial representa un apoyo para el
nuevo proyecto y la participación de China irá reduciéndose a medida
que nuevos países se unan al proyecto. Además, de acuerdo con el semanal
estatal chino 'Economy & Nation Weekly' otras posibles opciones
para la financiación del BAII son los préstamos interbancarios y la emisión de bonos soberanos por parte de los Estados miembros del banco.
La creación del nuevo banco es parte del plan de China para construir "una nueva ruta de la seda", una iniciativa del presidente chino, Xi Jinping, para abrir nuevas rutas comerciales. Su objetivo se centra en fomentar el desarrollo del comercio y la cooperación económica con otros países de Eurasia y África a
través del desarrollo de infraestructura en la región. El BAII
proporcionará una plataforma para que China exporte capital, mano de
obra y experiencia en la construcción de infraestructura en las economías emergentes de Asia. Además, será muy útil para la economía china.
Asimismo, de acuerdo con las autoridades del país, este proyecto ayudará a crear la imagen de China como una potencia mundial responsable que apoya las ideas de internacionalización del yuan y del aumento de la contribución de China al sistema financiero global.
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