WASHINGTON.- El Grupo de las principales 20
economías abordó el fín de semana formas para incrementar los derechos de
votos de países emergentes en el Fondo Monetario Internacional, en un
intento de avanzar ante la lentitud de Estados Unidos con respecto a las
reformas a la institución, pero no alcanzó un acuerdo.
Los países pertenecientes al FMI acordaron en 2010
reformar la institución para darle mayor poder de voto a países como
China e India, duplicar los recursos de financiación y reducir el
dominio de Europa Occidental en la junta de 24 miembros.
Pero el Gobierno del presidente estadounidense, Barack
Obama, no ha sido capaz hasta ahora de persuadir al Congreso para que
apruebe los cambios en la financiación necesarios para el acuerdo.
Estados Unidos puede bloquear las reformas al FMI debido a que mantiene
una participación controladora en el organismo.
Para evitar a Estados Unidos, la junta del FMI propuso
un plan "interino" para elevar los derechos de votos de algunos países
emergentes bajo un incremento "ad hoc" sin tocar el poder de veto
estadounidense.
El plan se discutió junto a otras propuestas para
aprobar las reformas del sistema de votación sin duplicar los recursos
del FMI, lo que llevaría a la eliminación del veto de Estados Unidos,
según altos cargos que participaron de la reunión.
El plan provisional "ad hoc" se llevó al borrador de un
comunicado de los ministros de finanzas y gobernadores de bancos
centrales del G-20, pero fue eliminado de la versión final después de
que los altos cargos no alcanzaran un acuerdo.
"Pedimos a la junta directiva del FMI que busque una
asignación provisional que convergerá en cuotas de participación, en la
máxima extensión posible, a los niveles acordados bajo la revisión (del
2010)", dijo el G-20 en su comunicado final.
Aún bajo el plan "ad hoc", países como China sólo
obtendrían un pequeño aumento en su participación, ya que cualquier
redistribución debe permitir que Estados Unidos mantenga al menos un 15
por ciento de los votos.
La propuesta provisional tampoco resolvería la falta de
financiación del FMI, que cada vez depende más de acuerdos temporales
aprobados durante el apogeo de la crisis financiera de 2007 a 2009 para
financiar grandes programas de crédito en países como Grecia y Ucrania.
Otros países, como Brasil y Rusia, también han
presionado por una segunda propuesta, conocida como "desvinculación", en
la cual la junta del FMI separaría la duplicación de recursos de los
cambios a la estructura de la junta, y se le pediría a Estados Unidos
ceder temporalmente su poder de veto hasta que sean ratificadas las
reformas.
"Estamos a favor de la opción más estricta, la
desvinculación", dijo el ministro de Finanzas ruso, Anton Siluanov, a
periodistas durante las reuniones de primavera del FMI y el Banco
Mundial en Washington.
"Debido a que vemos dificultades para conseguir (las
reformas de cuotas) en el Congreso por tercer año, no vemos motivos para
ser optimistas", agregó.
Pero Estados Unidos tendría que acceder a ceder su
poder de votación, algo que la mayoría de los altos cargos del FMI
admiten que es poco probable.
Los ministros del G-20 dijeron que siguen
"profundamente decepcionados" porque las reformas de 2010 no han sido
aprobadas e instaron a Estados Unidos a ratificarlas lo antes posible.
El Secretario del Tesoro de Estados Unidos, Jack Lew,
dijo en un comunicado el viernes que su país "seguirá presionando al
Congreso para aprobar las muy necesarias reformas lo antes posible".
No hay comentarios:
Publicar un comentario