ATENAS.- El Gobierno griego se plantea permitir a sus ciudadanos declarar los
depósitos que mantienen hasta ahora ocultos al fisco en el extranjero
sin aplicarles ninguna sanción y sometiendo estos ahorros a un gravamen
con descuento con el objetivo de que el afloramiento de este dinero
alivie en parte las necesidades de liquidez del país, al borde de la
quiebra si no logra ayuda financiera adicional por parte de sus
acreedores internacionales.
"El Gobierno discutirá un proyecto de ley para permitir a los ciudadanos
declarar voluntariamente sus depósitos en el extranjero", ha anunciado
Yanis Varoufakis a los medios tras reunirse en Atenas con representantes
del Gobierno de Suiza.
Según este proyecto de ley, los depósitos declarados serían gravados a
un tipo de entre el 15% y el 20%, ha apuntado un alto funcionario del
Gobierno griego, lo que supondría incentivar fiscalmente a aquellos que
han sacado fuera del país su dinero sin declararlo a la Hacienda griega.
De otro modo, los depositantes que hayan evadido sus obligaciones
fiscales se arriesgan, en caso de ser pillados por las autoridades, a
tener que hacer frente a un gravamen del 46% y al pago de una multa por
importe de hasta el 46% del dinero defraudado.
Se calcula que los griegos han sacado del país miles de millones de
euros desde el estallido de la crisis en 2010 ante el temor de que el
país acabara saliendo de la zona euro. Esta fuga de depósitos ha puesto
en apueros a los bancos del país, cuya supervivencia depende ahora del
banco central.
"Tenemos un acuerdo con la UE sobre información automática que
también se aplicará en el caso de Grecia", ha apuntado el secretario de
Estado suizo en materia de asuntos financieros internacionales, Jacques
de Watteville. "Queremos apoyar a Grecia en este esfuerzo", ha añadido.
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