PEKÍN.- Las exportaciones de China
cayeron con fuerza en marzo, con un retroceso de casi el 15% en un año,
acompañadas también por un descenso de sus importaciones, síntomas
inquietantes para la que es la segunda mayor economía del planeta.
Las
exportaciones se elevaron a 886.830 millones de yuanes (unos 143.000
millones de dólares), mientras que las importaciones ascendieron a
868.670 millones, anunció la Administración General de Aduanas.
Este
organismo señala que el superávit comercial chino se ha desmoronado en
marzo en un 62,6%, hasta los 18.160 millones de yuanes (3.000 millones
de dólares).
Estas estadísticas confirman que uno de los
tradicionales motores de crecimiento del gigante asiático, líder mundial
del comercio de bienes manufacturados, se está haciendo más frágil.
Este
repliegue de las exportaciones contrasta con la subida de casi el 50%
registrada en febrero, y echa por tierra las previsiones de los
analistas interrogados por la agencia Bloomberg, que vaticinaban un
crecimiento medio del 8,2%.
Las aduanas, que recuerdan que la
coyuntura mundial es "complicada", admitieron este lunes que esta caída
inesperada "generará severas incertidumbres, que empañan las
perspectivas del comercio exterior chino".
Huang Songping,
portavoz de la administración de aduanas, culpa de este resultado a las
vacaciones del Nuevo Año chino que este año cayó en febrero, y durante
el cual las fábricas paran la producción antes de reanudarla
gradualmente.
Sin embargo, aún sin este impacto, la caída de las
exportaciones "sólo" habría sido del 4,4% en marzo, aseguró el portavoz.
"Las tradicionales ventajas competitivas de China están desapareciendo"
se lamentó, al aludir al encarecimiento de la mano de obra local y a un
aumento de la competencia en el sudeste asiático.
La
frágil demanda interna muestra que hay una desaceleración de la
economía del gigante asiático: también las importaciones chinas se
contrajeron en marzo un 12,3%, hasta los 868.670 millones de yuanes.
La
caída es menor que las de enero y febrero, de en torno al 20% ?la mayor
constatada en cinco años? pero su mejora está lejos. También en este
rubro, los analistas erraron sus cálculos, pues preveían una contracción
del 11,3%.
"Ello sugiere un consumo interior que sigue siendo
átono", aunque es cierto que la caída de los precios de las materias
primas en los últimos meses (petróleo y minerales de hierro, en
particular) "tira hacia abajo el valor de las importaciones", destacan
los analistas del banco ANZ.
Sin embargo, pese a la debilidad del
euro, las importaciones chinas procedentes de la Unión Europea (UE)
cayeron un 10% en todo el primer trimestre del año, mientras que las
procedentes de EEUU se redujeron casi un 13%.
La caída del superávit comercial chino en marzo está muy lejos de los excedentes registrados en los últimos meses.
Por
ejemplo, en febrero se llegó a los 370.500 millones de yuanes, en torno
a los 60.000 millones de dólares. El excedente comercial chino fue en
2014 de 2,35 billones de yuanes, gracias al estancamiento de las
importaciones.
A mediados de marzo, el Gobierno reconoció la
fuerte desaceleración de los intercambios comerciales, así como del
consumo interno, y ahora prevé que en 2015 las exportaciones crezcan "en
torno al 6%", frente al 7,5% de meta en 2014.
El país podría
registrar este año su crecimiento más bajo en un cuarto de siglo, pero
Pekín lo justifica por el giro que está dando a la economía para
"reequilibrarla" y "mejorar la gama" de sus exportaciones.
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