BRUSELAS.- Los expertos de la UE y de EEUU
celebran desde mañana en Nueva York la novena ronda de negociaciones
del acuerdo de libre comercio que pretenden concluir de aquí a final de
año (TTIP, por sus siglas en inglés) y que está chocando con una
creciente oposición social con movilizaciones este sábado en todos los
Estados miembros.
Las organizaciones convocantes denuncian que el TTIP representa
"una amenaza a la democracia, el medio ambiente los consumidores y los
estándares laborales". "No es cierto", ha replicado la comisaria de
Comercio, Cecilia Malmström, en su blog. "El TTIP no obligará a los
Gobiernos a liberalizar los servicios públicos", asegura Malmström, ni
tampoco "cambiará nuestro régimen sobre alimentos genéticamente
modificados o carne de vacuno hormonada".
Sobre uno de los puntos más polémicos del acuerdo, la creación de
tribunales de arbitraje por encima de las jurisdicciones nacionales para
resolver las disputas entre inversores privados y Estados (ISDS, por
sus siglas en inglés), que según los críticos puede limitar la capacidad
de los Gobiernos de legislar en beneficio del interés público, la
comisaria de Comercio ha dicho que presentará propuestas "pronto" para
mejorar este sistema.
Durante la novena ronda de diálogo, los negociadores -liderados
por el español Ignacio García Bercero por parte de la UE y por el
estadounidense Dan Mullaney- tienen previsto abordar la mayoría de
cuestiones cubiertas por el pacto, excepto sobre servicios y temas
medioambientales y laborales. Sobre estas dos cuestiones, las partes han
acordado presentar nuevas ofertas revisadas en julio.
No obstante, la negociación se concentrará en acercar posiciones
el campo regulatorio, es decir, en la cuestión de las barreras técnicas
al comercio, las medidas sanitarias y fitosanitarias y la cooperación
regulatoria. Y también en la convergencia regulatoria en cuestiones como
los automóviles, los medicamentos, o los textiles.
También se abordará la cuestión de la energía y las materias
primas, aunque todavía no se ha decidido si el TTIP tendrá un capítulo
específico sobre esta cuestión como quiere la UE, así como la
facilitación del comercio y las aduanas y la resolución de disputas
entre Estados. En todo caso, tampoco se esperan resultados concretos en
esta novena ronda.
Las negociaciones del acuerdo de libre comercio entre la UE y EEUU
se iniciaron en julio de 2013 y hasta ahora se han logrado escasos
progresos tangibles, más allá del intercambio de propuestas entre las
dos partes.
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