SHANGHAI.- Las primeras señales de las reformas emprendidas por China están en la costa oriental del país, donde Hangzhou, una ciudad que
hoy tiene nueve millones de habitantes, representa el auge de una nueva
economía , basada en la tecnología y el software, que se contrapone a
una desaceleración a nivel nacional.
A partir de los fondos de capital de riesgo invertidos en grandes
empresas gestoras de datos, cientos de nuevas compañías ligadas a la
tecnología han abierto en Hangzhou, capital de la provincia de Zhejiang,
para relevar al marchito sector industrial.
La ciudad solía emplear a miles de personas en la fabricación de
electrodomésticos, y es un ejemplo del cambio de una economía basada en
la exportación a otra centrada en los servicios y en la industria
tecnológica avanzada, una de las bases de la estrategia "Made In China
2025", que el gobierno presentó esta semana. Pekín ha emprendido
reformas en los últimos tiempos como exenciones fiscales a empresas
tecnológicas o mejoras en las redes logísticas para estimular el
comercio electrónico.
Por ejemplo, Kuaidi Dache, una aplicación de taxis, ha pasado en tres
años de tener diez trabajadores a los 2.000 con los que cuenta
actualmente. Como señaló su fundador, Zhao Dong,
"Kuaidi fue fundada en Hangzhou, ciudad que tiene una economía muy
abierta y es muy receptiva a las nuevas tecnologías".
En los edificios que cobijan startups, la cultura es similar a la de
Silicon Valley. Los trabajadores van en vaqueros, camiseta y zapatillas
en oficinas que cuentan con cintas de correr o mesas de ping-pong.
Este año, el crecimiento en esta región llegó al 8,2 por ciento en el
primer trimestre, mientras que en el resto del país la tendencia es
descendente y la media se sitúa en el 7 por ciento, una bajada
trimestral que no se veía desde la crisis financiera de 2008.
Una de las claves del auge de Hangzhou es que es la cuna del grupo
Alibaba, gigante del comercio electrónico que el año pasado obtuvo
ingresos por valor de 12.300 millones de dólares y contrató a cerca de
13.000 empleados. El caso de la ciudad china no es inédito, ya que
otras, como Shenzhen, al sur del país, también están viviendo un
crecimiento similar de la mano de la tecnología y el software.
Para economistas como Kevin Lai, de Hong Kong, estos crecimientos
puntuales servirán para aliviar la desaceleración económica de China,
aunque sólo sea porque reducirán el peso de lastres como el gran
endeudamiento de las entidades locales en China, según apuntó Lai a
Reuters. De hecho, las provincias orientales como Jiangsu o la citada
Zhejiang se encuentran entre las más endeudadas de China.
Será necesario algo más de tiempo para ver si estos ejemplos
maquillan la economía china o son capaces de tirar del resto del país
hacia otro modelo productivo, pero es evidente que está alterando la
percepción entre los jóvenes Según apuntó Cai Jingyan, portavoz de
Kuaidi, a la agencia norteamericana, mientras antes los jóvenes
residentes en Hangzhou querían trabajar en grandes corporaciones
metalúrgicas, como la acerera Hanggang, ahora sueñan con trabajar en
Alibaba y otras empresas de internet.
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