FRANCFORT.- El Banco Central Europeo elevó el
miércoles su proyección para la inflación de 2015 en la zona euro, pero
dijo que había algunas señales de que la recuperación económica está
perdiendo impulso en el bloque.
Datos publicados esta semana arrojaron un alza de los
precios en mayo, mientras que la tasa de inflación subyacente -una
medición observada de cerca por las autoridades- saltó a un 0,9 por
ciento, lo que indica un fin a la amenaza de deflación que había
sacudido al bloque y que llevó al BCE a imprimir dinero.
Tras dejar sin cambios los tipos de interés de
referencia en un mínimo histórico de 0,05 por ciento, el BCE elevó su
pronóstico de inflación a un 0,3 por ciento para este año, frente a la
estimación anterior de cero, argumentando que su programa de compras de
activos por más de 1 billón de euros estaba dando buenos resultados.
Para el próximo año prevé que la inflación alcance un 1,5 por ciento.
El equipo técnico del BCE dejó sin cambios sus
estimaciones de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) en 1,5 por
ciento para este año y en un 1,9 por ciento en 2016.
"La inflación llegó a mínimos a inicios del año", dijo
el presidente del BCE, Mario Draghi. "La recuperación va en camino. Sin
embargo, esperábamos cifras más sólidas que las de nuestras proyecciones
(...) Se ha producido una modesta pérdida de impulso", sostuvo.
No obstante, dijo que aún esperan que la recuperación
tome fuerza durante 2015 y afirmó que los riesgos en torno a su
sostenibilidad habían disminuido.
La deuda pública europea han sufrido una liquidación
ante las leves señales de inflación, mientras que el euro avanzó el
martes por la misma razón y ante la expectativa de que se produzca un
acuerdo entre Grecia y la zona euro para evitar una suspensión de pagos
del país.
Draghi reiteró que el avance de la inflación hacia la
meta cercana al 2 por ciento depende de una total aplicación del
programa de alivio cuantitativo del BCE, que se extenderá hasta
septiembre de 2016. Agregó que la entidad espera sortear sin problemas
cualquier volatilidad que se presente en los mercados.
Dado que los precios del petróleo están subiendo y el
impacto de la dramática caída del mercado de energía ya no debería
percibirse hacia finales de 2015, las presiones inflacionarias de la
zona euro deberían subir automáticamente.
"El riesgo de una deflación ha desaparecido
definitivamente, pero es poco probable que la inflación alcance el 2 por
ciento en un futuro previsible", sostuvo Marco Valli, economista de
UniCredit.
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