BRUSELAS.- El presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, y el primer ministro griego, Alexis Tsipras,
iniciaron hoy una reunión destinada a forjar un acuerdo entre los
acreedores y Atenas que permita desbloquear la ayuda financiera que
Grecia necesita urgentemente.
Tsipras llegó puntual a la sede de la CE en Bruselas, donde fue recibido por el máximo responsable del Ejecutivo comunitario.
El
primer ministro griego no hizo declaraciones a su llegada, ni tampoco
cuando él y Juncker posaron ante los medios de comunicación y se dieron
la mano, pese a la gran atención que despierta la cena de trabajo que
ambos mantienen esta noche.
La CE ve en este encuentro una oportunidad importante para crear las condiciones que permitan al Eurogrupo
adoptar un acuerdo definitivo sobre las reformas y las condiciones
macroeconómicas y financieras que Atenas debe cumplir para cerrar la
quinta y última revisión del segundo rescate a Grecia.
La
Comisión indicó que a priori no espera una decisión final hoy, aunque
ambos políticos se centrarán en las cuestiones que quedan pendientes
para tratar de superar las diferencias y facilitar así un compromiso que
conduzca a un acuerdo.
Antes de la cena con Tsipras, Juncker se reunió con el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem,
quien rebajó las expectativas de la cita de hoy, al afirmar a su
llegada a la sede de la CE que "queda un duro trabajo" para alcanzar ese
acuerdo definitivo.
El primer ministro griego, por su parte, mantuvo una conversación telefónica con la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, François Hollande,
en la que coincidieron, según fuentes del Gobierno de Atenas, en la
necesidad de fijar "superávit primarios más bajos" y lograr una
"solución inmediata" a las negociaciones.
Tsipras y Juncker tienen
esta noche sobre la mesa dos propuestas: una del Gobierno griego y otra
de los acreedores internacionales, la CE, el Fondo Monetario
Internacional (FMI) y el Banco Central Europeo (BCE).
En los
últimos días se han intensificado los contactos al más alto nivel
político para tratar de dar el empuje final a las negociaciones, ya que
el viernes Grecia debe abonar el próximo tramo de deuda al FMI, unos 300 millones de euros, que forman parte de los 1.600 millones que ha de devolver al organismo internacional este mes.
Dijsselbloem
ya ha descartado que Atenas pueda contar con una inyección financiera
esta semana, aunque se lograse un acuerdo en las próximas horas o días,
porque no es técnicamente posible un desembolso inmediato.
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