PARÍS.- Los países emergentes están inmersos en una carrera para devaluar sus monedas y seguir siendo competitivos en respuesta a la caída de la moneda china y la fortaleza del dólar. Kazajistán fue el jueves el último en dejar de intervenir para regular los movimientos de su moneda, el tenge, causando una caída de su valor a un mínimo histórico frente al dólar (257,21 tenge por dólar).
Las monedas de los países emergentes de Asia se
ven especialmente afectadas en los últimos días por "los temores a un
mayor debilitamiento del yuan y la preocupación por la lenta
recuperación del crecimiento mundial", dijo Kit Juckes, analista de
Societe Generale.
En
cuanto a Brasil, "las inquietudes en torno al real son tanto políticas
como económicas", señaló Juckes. El real cayó a 3,4924 por dólar el
miércoles, su nivel más bajo desde marzo de 2003, con el telón de fondo
de los escándalos de corrupción y el estancamiento del crecimiento.
Las
autoridades kazajas "decidieron dejar (a su moneda) flotar libremente
para que sea competitiva respecto a las monedas debilitadas de sus
principales socios comerciales, Rusia y China", dijo Jasper Lawler,
analista de CMC Markets.
Las devaluaciones sorpresa del renminbi
("moneda del pueblo", el nombre oficial de la moneda china) por el Banco
Central de China (BPC) son interpretadas por algunos observadores como
un intento de frenar la caída de las exportaciones.
En respuesta a
las caídas sucesivas de la moneda china, Vietnam también amplió los
márgenes de fluctuación de su moneda, empujándola a mínimos históricos.
El
rublo ruso ha sufrido desde finales de 2014 por la caída de los precios
del petróleo y las sanciones de Occidente por la crisis de Ucrania.
El colapso de la moneda rusa ha llevado a una fuerte recesión y ha perjudicado a socios y vecinos como Kazajistán.
Esta
debilidad se extiende a todos los mercados emergentes, señaló Jasper
Lawler, citando el rand sudafricano, que cayó el jueves a su nivel más
bajo desde finales de 2001, a 13,00 rands por dólar.
La moneda
sudafricana, como la moneda de Indonesia (el jueves cayó a un mínimo
histórico en 13.926 rupias por dólar), también sufre en gran medida la
caída de los precios de las materias primas.
Turquía sufre no
sólo una crisis política, sino también una de seguridad por la guerra en
Siria, y su moneda también se vio arrastrada a mínimos históricos, a
3,00 liras por dólar.
Los
países emergentes tienen que afrontar además la perspectiva de un
incremento de las tasas de interés en Estados Unidos que fortalecería
todavía más al dólar.
Eso haría a la divisa estadounidense más rentable y atractiva para los inversores.
Si
bien la inquietud por la economía china y por el freno del crecimiento
mundial podrían hacer que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) no
haga todavía nada en septiembre, hay pocas dudas de que será el primer
gran banco central del mundo en encarecer el precio del dinero subiendo
las tasas de interés, después de años de tasas bajas para reactivar la
economía.
Como destaca Kit Juckes, una subida de las tasas
estadounidenses llevaría a los inversores a retirarse de los mercados
emergentes, en los que se volcaron para depositar una parte del exceso
de liquidez creado por las medidas de la Fed para apoyar a la primera
economía mundial.
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