No obstante, la Autoridad del Canal de Panamá
(ACP) no descartó anunciar nuevas restricciones si las condiciones
meteorológicas cambian y vuelve la sequía.
De ser así, esas nuevas medidas se anunciarían como mínimo con cuatro semanas de antelación, precisó la ACP.
El Canal anunció el pasado 7 de agosto que la
restricción incidiría sobre el 18,5 % de los buques que transitan por la
ruta y descartó que afectara "de manera significativa a la eficiencia y
capacidad de las operaciones".
El calado (la profundidad que alcanza la parte
sumergida de un barco) máximo permitido era de 11,89 metros, lo que
habría obligado a las navieras a limitar la carga de mercancía a bordo.
El Canal de Panamá opera con unos sistemas de
reclusas en distintos niveles, que requieren 202.000 metros cúbicos de
agua cada vez que pasa un barco.
En 1998 se tomó una medida similar por la severa sequía que entonces sufrió el país.
Este año, como consecuencia del fenómeno
meteorológico El Niño, la temporada de lluvias en Panamá, que va desde
abril a noviembre, apenas trae precipitaciones.
Por la vía acuática de 80 kilómetros, explotada
por Estados Unidos desde 1904 hasta el 31 de diciembre de 1999, transita
el 6 % del comercio marítimo mundial.
La Administración panameña inició en 2007 la
ampliación de la ruta con una inversión de 5.250 millones de dólares,
que incluye la construcción de un tercer juego de gigantescas esclusas
para permitir el paso de barcos de hasta 12.000 contenedores.
La ampliación permitirá que por la ruta panameña,
a partir del 1 de abril de 2016, puedan transitar anualmente hasta 600
millones de toneladas de carga, el doble de la actual.
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