MADRID.- La recesión en Rusia es un agujero que se ha agrandado
durante el segundo trimestre por culpa de los bajos precios del petróleo
y las sanciones que Occidente ha impuesto a Moscú por su papel en la
crisis de Ucrania. El mes de agosto está imitando al pasado 'diciembre negro'.
En Navidades la moneda rusa se despeñó después de que el barril de
petróleo hubiese reducido su precio a la mitad en apenas seis meses.
Este mes el rublo alcanzó su cotización más baja desde febrero y la economía se contrajo un 4,6% en el período de abril a junio, en tasa interanual, tras un descenso del 2,2% en el primer trimestre, según publica el diario español 'El Mundo'.
La moneda rusa perdió la mitad de su valor a lo largo de
2014, aunque se recuperó un poco durante este año con la estabilización
de los precios de la energía. Pero ahora de nuevo el viento se ha puesto
en contra de la economía rusa, enormemente dependiente del mercado
energético. Con el barril de Brent bajando por momentos a 49 dólares y el gas con los precios más bajos desde 2012, el
Ministerio de Economía se esperaba malas cifras. Al fin y al cabo, un
tercio del presupuesto depende de la exportación de materias primas, que
suponen dos tercios de las exportaciones.
El Banco Central de Rusia trató de aplacar el 'diciembre
negro' subiendo los tipos de interés hasta el 17%. Pero durante este año
los ha bajado cinco veces hasta dejarlo en un 11%. Elvira Nabiullina,
gobernadora del Banco Central, cree que no se puede decir que el sistema
financiero en Rusia esté en crisis: "Claro que es imposible que no le
afecte la situación en el exterior, pero en general y de acuerdo con los
indicadores principales, el sistema bancario está en la zona segura", dijo el lunes 10 durante una reunión con el presidente ruso, Vladimir Putin. Cuatro días después el euro se cambiaba ya a 71 rublos. Peligrosamente cerca de los 78 de febrero.
Mijail Kasianov, ex primer ministro con Putin (2000-2004) y
actual líder opositor, cree que en realidad la economía rusa está en
mala situación: " Algunos indicadores macroeconómicos tienen buena
pinta, porque el nivel de deuda es mínimo a pesar de que hay una deuda
empresarial. Pero no hay crecimiento económico del sector de negocios. No hay confianza. No hay inversión".
El Banco Central de Rusia ha emitido un comunicado
explicando que no había razones para el pánico, pues estaba trabajando
para fortalecer la moneda. Pero muchos analistas esperan que caiga
todavía más arrastrado por una demanda mayor de euros y dólares para
pagar la deuda exterior.
Gazprom, el gigante ruso del gas, se beneficia indirectamente de esta caída del rublo. Su beneficio neto creció un 71% en
el primer trimestre, según datos de la compañía. Los ingresos han
crecido un 6% a pesar de la caída de un 10% en el volumen de ventas,
pues el precio medio en rublos de suministros al extranjero se ha
disparado con la caída de la moneda rusa. Pero el mercado que es más
rentable para Gazprom es precisamente el europeo, y ahí ha dejado de
vender un 16%. También en viejos satélites comunistas ha perdido terreno
en el mercado del gas. Y en la guerra de sanciones y contrasanciones, Rusia incluyó el pasado 13 de agosto a Montenegro, Albania y Ucrania en la lista de países con alimentos vetados
en el mercado ruso. Mientras aumenta el número de pobres, los
informativos muestran tractores rusos destruyendo quesos y verduras que
estaban en la 'lista negra' de las sanciones.
El pronóstico oficial del Ministerio de Desarrollo Económico de Rusia para el presente año es de una caída de 2,8%.
No obstante, el ministro de Desarrollo Económico, Alexei Uliukaev, no
descarta que la recesión sea solo de un 3,5% y cree que ya para finales
del tercer trimestre del presente año se podría observar un regreso del
crecimiento. El futuro depende, y mucho, de cómo se comporten los
precios de la energía.
El fin definitivo de las sanciones impuestas contra Irán
provocará en 2016 una bajada de precio de 10 dólares por barril de
petróleo, según pronostica el Banco Mundial. "Al igual que el
endurecimiento de las sanciones a Teherán en 2012 provocó una caída
drástica de las exportaciones petroleras iraníes, el fin de las
sanciones las acelerará y reanimará la economía", ha dicho Shanta
Devarajan, economista del Banco Mundial.
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