Una gran
mayoría de parlamentarios ha dado el visto bueno al rescate. Lo ha hecho
no a regañadientes pero sí enseñando los dientes. Los más temibles han
sido los del partido del gobierno. Pocas manifestaciones de aliento para
Tsipras y sí muchas condenas por su populismo provocador de la
“calamitosa” situación.
El
tercer rescate, los 86.000 millones de Euros en ayudas no son
consecuencia de un incremento del endeudamiento griego. Se trata
de un dinero para refinanciar deudas ya contraídas cuando
gobernaban los dos grandes partidos tradicionales. Grecia no está
incurriendo en añadidos déficits presupuestarios que
acrecienten su deuda, lo contrario de lo que sucede en España. Lo
trágico es que Grecia no genera un excedente de ahorros con los que
atender sus cuentas pendientes.
El informe publicado en julio de cinco sabios alemanes, “Consecuencias de la crisis griega” incluye un voto heterodoxo que corresponde al profesor Peter Bofinger, contra las políticas de ajuste; los correctivos aplicados a Grecia han impedido una evolución más positiva de su crecimiento económico. El Eurogrupo ha sido menos exigente con Letonia, Portugal, Italia, Irlanda o España. En efecto, señala Bofinger refiriéndose a España:”desde 2013 el ahorro público no ha aumentado en términos estructurales y los déficits corrientes continúan siendo excesivamente alto” (Revista Consejeros, L. Martí).
Ninguna duda de que la política fiscal expansiva seguida por el gobierno español ha sido el detonante de un mayor dinamismo del consumo interno, que se ha convertido en el principal motor en la evolución del PIB. En junio las cifras de importación, corregidas por el menor precio del petróleo, vuelven a los niveles de los años de la burbuja.
Tsipras y Syritza no tienen el comportamiento de unos populistas irresponsables. Han negociado un buen rescate del que una gran parte servirá para pagar a los acreedores, BCE y FMI incluidos, pero también para sanear el sistema financiero griego. El corralito va desapareciendo mientras la confianza vuelve a recuperarse.
El gobierno de Syritza acaba de autorizar la privatización de la mayor parte de los aeropuertos del país. Una dura lucha contra el ala izquierda del partido con los comunistas al frente. ¿Se abre quizás una vía de entendimiento entre Syritza y el Pasok?
El Parlamento español ha estado más pendiente de las próximas elecciones y de la contienda entre populares y el resto mientras los problemas de la eurozona han quedado apartados. El voto favorable ha sido masivo. Sólo la Izquierda Plural e independentistas han votado en contra. Nos hemos quedado sin saber la opinión de Podemos que no está en el Parlamento. No obstante, han prevalecido los reproches al populismo sin ninguna mención compasiva ante los esfuerzos humanitarios que realizan los griegos con los miles de refugiados que llegan a sus costas. Nos sigue faltando finezza.
(*) Economista del Estado (España)
El informe publicado en julio de cinco sabios alemanes, “Consecuencias de la crisis griega” incluye un voto heterodoxo que corresponde al profesor Peter Bofinger, contra las políticas de ajuste; los correctivos aplicados a Grecia han impedido una evolución más positiva de su crecimiento económico. El Eurogrupo ha sido menos exigente con Letonia, Portugal, Italia, Irlanda o España. En efecto, señala Bofinger refiriéndose a España:”desde 2013 el ahorro público no ha aumentado en términos estructurales y los déficits corrientes continúan siendo excesivamente alto” (Revista Consejeros, L. Martí).
Ninguna duda de que la política fiscal expansiva seguida por el gobierno español ha sido el detonante de un mayor dinamismo del consumo interno, que se ha convertido en el principal motor en la evolución del PIB. En junio las cifras de importación, corregidas por el menor precio del petróleo, vuelven a los niveles de los años de la burbuja.
Tsipras y Syritza no tienen el comportamiento de unos populistas irresponsables. Han negociado un buen rescate del que una gran parte servirá para pagar a los acreedores, BCE y FMI incluidos, pero también para sanear el sistema financiero griego. El corralito va desapareciendo mientras la confianza vuelve a recuperarse.
El gobierno de Syritza acaba de autorizar la privatización de la mayor parte de los aeropuertos del país. Una dura lucha contra el ala izquierda del partido con los comunistas al frente. ¿Se abre quizás una vía de entendimiento entre Syritza y el Pasok?
El Parlamento español ha estado más pendiente de las próximas elecciones y de la contienda entre populares y el resto mientras los problemas de la eurozona han quedado apartados. El voto favorable ha sido masivo. Sólo la Izquierda Plural e independentistas han votado en contra. Nos hemos quedado sin saber la opinión de Podemos que no está en el Parlamento. No obstante, han prevalecido los reproches al populismo sin ninguna mención compasiva ante los esfuerzos humanitarios que realizan los griegos con los miles de refugiados que llegan a sus costas. Nos sigue faltando finezza.
(*) Economista del Estado (España)
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