Agosto puede ser un mes peligroso en las Bolsas, los inversores
titulares se van de vacaciones y los suplentes son más propensos a la
tecla del miedo, a vender, en cuanto perciben que la manada de bisontes
se mueve hacia el rojo. Las órdenes de venta crecen y los precios bajan
en ascensor. Es lo que están pasando estos últimos días, los índices de
todos los mercados han perdido todo lo ganado en el año y algo más, y
algunos valores sienten el vértigo del despeñamiento por sus propias
circunstancias, por ejemplo Abengoa y OHL, dos empresas muy familiares
que tienen que dar muchas explicaciones y que afrontan sendas
ampliaciones de capital para reducir deuda que cierren el riesgo de
entrar en zona de riesgo si los precios siguen a la baja.
Pero al margen de ambos casos todo el IBEX 35 cotizan por debajo de
un mes atrás (solo Aena resiste), con una decena de valores (entre ellos
Santander, Repsol, Sacyr y Mediaset-tele5…) que pierden más del 20% en
pocas semanas.
La explicación esencial de la corrección hay que buscarla en China y
su nueva política económica (devaluación, facilidades monetarias, menor
crecimiento…) que afecta al resto del mundo con el típico efecto
mariposa. Los inversores temen los problemas chinos por desconocimiento e
impenetrabilidad: ¿Qué pasa en China?, ¿son fiables los datos?, ¿cómo
responden a su crisis?… demasiadas preguntas para las que no hay
respuestas, entre otras razones porque no hay precedentes.
Otros factores de inquietud llegan de Estados Unidos: ¿Cuándo tomará
decisiones la FED de subida de tipos?, ¿cómo lo va a explicar y como lo
entenderán los mercados?. Y además Grecia y el precio del petróleo en
las cotas más bajas de los últimos años por el estancamiento de la
demanda.
El problema es que los mismos argumentos que tratan de explicar el
miedo, las ventas y las caídas, podrían servir para sostener una fase de
subidas. la FED subirá tipos porque la economía americana va mejor,
porque recupera empleo y alcanza la inflación deseada. Un menor precio
del petróleo puede animar la recuperación, aunque en lo que se fijan los
analistas es que las petroleras van a invertir menos y están
despidiendo.
Hay recortes de precios que tienen una explicación creíble,
razonable, pero también hay casos raros, que MAPFRE y Santander hayan
perdido un 20% este mes merece notas a pie de página con varias
hipótesis. El banco cántabro arrancó el año a 7€, la macro ampliación de
entonces restó 1 €, pero no esa medida ni los resultados del semestre
han animado a los inversores, de manera que se desliza ahora hacia los
5 € la acción, que ni los menos partidarios estimaban como previsible.
Los severos recortes de estos días (gripe china) escalan a las
primeras páginas de diarios y telediarios (suele ocurrir) y afectan a la
moral del consumidor por el efecto riqueza (pérdida) que produce en
cuantos tienen un ahorro en valores que se encoge como un globo viejo.
Rajoy no tiene nada que ver con el asunto, sus paseos gallegos no
inquietaron a los chinos.
(*) Periodista español
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