PEKÍN.- El Consejo de Estado
(Ejecutivo) de China aprobó permitir a los fondos de pensiones de
China invertir hasta un máximo de un 30 % de sus activos en bolsa, tras
una semana de fuertes pérdidas en los parqués del gigante asiático.
El gabinete chino publicó la nueva normativa sobre los fondos de
pensiones que les permite cotizar en el mercado de valores, lo que
podría llegar a suponer la entrada en las plazas bursátiles de dos
billones de yuanes (unos 328.000 millones de dólares, 298.000 millones
de euros), según las estimaciones oficiales.
El Ejecutivo ya dio el visto bueno al borrador de esta regulación el
pasado 30 de junio, durante la racha bajista de las bolsas que se
produjo a partir de mediados de junio, y ahora que los parqués vuelven a
tambalearse, otorga al plan la aprobación definitiva.
El índice general de la Bolsa de Shanghái, el principal indicador de
los parqués chinos, se hundió este viernes un 4,27 % como culminación a
una semana en la que acumuló caídas de un 11,54 %.
El selectivo chino terminó en 3.507,74 enteros, al borde de superar a
la baja el cierre mínimo que registró durante su crisis de principios
de verano, los 3.507,19 enteros del 8 de julio.
Dado que el fondo de pensiones público de China contaba con activos
por valor de 3,5 billones de yuanes al concluir 2014, la nueva normativa
permite que más de un billón de yuanes (164.000 millones de dólares,
150.000 millones de euros) lleguen al mercado.
En total, se espera que la cantidad desbloqueada para la cotización
bursátil sea el doble de lo que aportará el fondo público, dos billones
de yuanes, según las estimaciones del Ministerio de Seguridad Social y
Recursos Humanos citadas por la agencia oficial Xinhua.
El dinero del fondo de pensiones público, que supone cerca del 90 por
ciento de los recursos totales del sistema chino de seguridad social,
hasta ahora sólo podía depositarse en entidades bancarias o invertirse
en bonos del tesoro, con la rigidez en su disponibilidad y los bajos
intereses que eso suponía.
Si bien distintos expertos llevaban años aconsejando al Gobierno
chino que permitiera una gama de opciones de inversión más diversificada
para evitar la depreciación de los fondos, Pekín ha esperado a un
momento crítico para las bolsas del país para sacar adelante la reforma
normativa.
Durante la crisis bursátil que se vivió entre el 12 de junio y el 8
de julio, el banco central chino realizó múltiples inyecciones de
liquidez para corregir el rumbo de las bolsas, que no evitaron que se
evaporara un tercio del valor de los parqués.
La medida anunciada hoy puede interpretarse como el enésimo intento
de Pekín de levantar el ánimo de los inversores bursátiles, que parecen
haber perdido la confianza en la segunda economía mundial en las últimas
semanas tras apostar fuertemente por ella en los meses previos.
Antes de entrar en crisis hace dos meses, las bolsas chinas se habían
revalorizado un 150 % respecto a un año antes y un 60 % en comparación
con el inicio de 2015, un crecimiento desorbitado que muchos expertos
definen como una burbuja que ahora se habría pinchado.
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