viernes, 28 de agosto de 2015

La caída del yuan y de las Bolsas en China, sin temores para el Gobierno

PEKÍN.- Las caídas del mercado de valores y la depreciación del yuan (moneda de China) provocan serias preocupaciones entre inversores y analistas internacionales sobre la segunda mayor economía del mundo, situación sin embargo controlada, según el Gobierno.

 La administración del país asiático no parece preocupada, sólo está implementando su política económica para controlar la situación actual, luego de una reciente depreciación de su moneda y un ritmo lento de crecimiento tras años de desarrollo a alta velocidad.

La economía china se ha desacelerado en los últimos dos años: las tasas de crecimiento anuales han caído del 10 por ciento al actual siete por ciento.

A esta influencia se le suma un mercado bursátil en caída, con el índice clave de mercado de Shanghai cayendo más de un 38 por ciento desde el pico de 5.178 puntos que marcó en junio a menos de 3.210 puntos varios días seguidos desde el pasado 13 de agosto.

Ante esa situación, el Banco de China bajó de forma inesperada las tasas de interés en un intento por frenar la masiva caída en las Bolsas de los últimos dos días y dar impulso a la coyuntura.

La entidad decidió que la principal tasa de interés bajara en 0,25 puntos porcentuales, al 4,6 por ciento.

Tal anuncio provocó que aunque los mercados chinos ya estaban cerrados, subieran entre otras la Bolsa de Fráncfort, en la que el índice Dax recuperó el mercado.

Desde el inicio del crac bursátil a mediados de junio, las autoridades de este territorio que cuenta con una civilización de cinco mil años de historia han intentado estabilizar los mercados con la inyección de miles de millones.

Por ello, expertos consideran que pese a los temores de grandes inversionistas internacionales, la economía china recuperará su ritmo de crecimiento en la segunda mitad del año gracias a las medidas implementadas por el Gobierno, que nada teme a la reciente volatilidad de mercado, un deslucido sector manufacturero y la depreciación de la moneda china.

Como anunció el Gabinete, los elaboradores de las políticas todavía cuentan con suficiente munición en los frentes monetario y fiscal para apoyar la economía.

Dados los persistentes costes de financiación corporativa y el bajo crecimiento de la base monetaria, a su entender, existe un espacio amplio para que el banco central introduzca más medidas monetarias de alivio.

Analistas centran sus esperanzas en que el Banco Popular de China (BPCh), el central del país, recorte las tasas de interés en 25 puntos básicos y disminuya la ratio de requisito de reserva en 200 puntos básicos en el segundo semestre.

El potencial de la política sin explorar podría poner a China a la cabeza de la lista de las economías capaces de salvarse por sí mismas de la deflación, sin depender de una devaluación competitiva.

A partir del 6 de septiembre, el coeficiente de reserva obligatoria (RRR, por sus siglas en inglés) para las instituciones financieras será recortado en 50 puntos base.

Las tasas de interés de referencia también serán recortadas.

Esta es la cuarta reducción del RRR en casi siete meses y la quinta ronda de recortes de intereses en cerca de nueve meses.

Según la entidad bancaria, el propósito de la reducción del RRR es disminuir aún más el costo del financiamiento social y apoyar a la economía real.

La medida es necesaria para reducir los costos de financiamiento y estabilizar las expectativas del mercado dado que la expansión industrial en julio mostró una desaceleración, dijo Ma Jun, economista en jefe del buró de investigación del BPCh.

La producción industrial con valor agregado de China, que mide el valor final de la producción industrial, se expandió seis por ciento anual en julio, en comparación con el 6,8 por ciento de junio, indicó el Buró Nacional de Estadística.

Pero los recortes no implican un cambio en la política monetaria del país, añadió Ma, quien enfatizó que Pekín aún mantiene una política monetaria prudente y a su juicio, se espera que los recortes generen una expansión apropiada del crédito monetario.

Por otra parte, el banco central también anunció la eliminación del límite superior de la banda de flotación de las tasas de interés de los depósitos fijos a un año y de los depósitos fijos a plazos mayores.

El cambio representa un paso hacia la liberalización de la tasa de interés, lo que facilitará el mejoramiento de los servicios financieros y la reestructuración económica, indicó el BPCh.

La segunda economía más grande del mundo registró un crecimiento interanual del siete por ciento en el segundo trimestre de 2015, con lo que se mantuvo en el mismo nivel del primer trimestre y en la tasa de crecimiento trimestral más baja desde 2009.

Si bien banqueros y observadores coinciden en que habrá que esperar para entender cuáles serán las consecuencias de la devaluación de la moneda china en el comercio, la producción y las reservas, la devaluación del yuan agitó un debate acerca de su impacto en la economía internacional.

Para el Gobierno de esta nación cuya población sobrepasa los 1.300 millones de habitantes, la situación no es para nada alarmante.

China está evolucionando de ser una economía emergente a una más desarrollada, y se espera que sus tasas de crecimiento a medio y largo plazos vayan a ser más sostenibles y moderadas, vaticinan expertos.

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