BRASILIA.- Brasil perdió en
los siete primeros meses de este año 494.386 puestos formales de
trabajo, el peor resultado para el período desde 2002, informó el
Gobierno. El número de empleos formales eliminados por la mayor economía
latinoamericana en los últimos 12 meses hasta julio asciende a 778.731,
según las estadísticas del Ministerio de Trabajo.
Mientras que el país contaba en agosto del año pasado con 41,49
millones de empleados con contrato formal de trabajo y todas las
garantías sociales, ese número cayó a 40,71 millones en julio de este
año.
La tendencia a la reducción del empleo formal se acentuó
principalmente en julio, cuando el país suprimió 157.905 puestos
formales, ya que los despidos (1.555.298) superaron significativamente
las contrataciones (1.397.393).
La eliminación de trabajos en julio fue la mayor registrada para este mes desde que el indicador comenzó a ser medido en 1992.
El dato negativo contrasta con los 11.800 empleos formales generados por Brasil en julio del año pasado.
Julio, además, fue el cuarto mes consecutivo en el que el número de
despidos superó al de contrataciones, pero en una proporción muy
superior en comparación con los puestos eliminados en junio (111.200),
mayo (115.600) y abril (97.800).
Según el Ministerio de Trabajo, el sector que más eliminó empleos
formales en julio fue el industrial, con una reducción de 64.312 cupos,
seguido por el de servicios (58.010), comercio (34.545) y construcción
civil (21.996).
Brasil tan solo generó 396.933 nuevos empleos formales en 2014, un
número en un 64 % inferior al de 2013 y el peor para un año desde 1998,
según las estadísticas del ministerio.
La pérdida de puestos formales en los primeros meses del año
contribuyó para que el índice de desempleo subiera en julio hasta el 7,5
% de la población económicamente activa, el mayor nivel del año.
La caída del empleo formal y el aumento del desempleo en 2015 indican
que el mercado laboral comenzó a sentir claramente los efectos de la
desaceleración de la economía brasileña, que el año pasado tan sólo
creció un 0,1 % y en 2015, según las últimas proyecciones, sufrirá una
contracción de hasta el 2,0 %.
El deterioro del empleo coincide con la subida de la inflación a su
mayor nivel en doce años, el aumento del endeudamiento de las familias y
las medidas de austeridad anunciadas por el Gobierno para equilibrar
las maltrechas cuentas públicas, que incluyen una reducción del gasto
público y una subida de los impuestos.
El ministro de Trabajo, Manoel Dias, afirmó que la expectativa es que
el empleo formal comience a recuperarse a finales del año, para cuando
el Gobierno espera que la economía vuelva a crecer.
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