BERLÍN.- El Bundestag
(cámara baja alemana) dio hoy luz verde con una amplia mayoría al tercer
rescate griego, después de que el Gobierno exigiese ajustes a Atenas
para permanecer en el euro y recordase a los diputados su
"responsabilidad" con Europa.
De los 585 diputados presentes en la cámara, un total de 454 (78 %)
dijeron "sí", frente a los 113 que votaron en contra -la mayoría de los
64 parlamentarios de La Izquierda y 63 del bloque conservador de la
canciller Angela Merkel- y los 18 parlamentarios que se abstuvieron.
El ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, encargado de
defender la postura del Ejecutivo, osciló en su discurso entre los
argumentos meramente económicos y los políticos a más largo plazo, y no
escondió sus recelos frente al Gobierno del primer ministro griego,
Alexis Tsipras, ni los potenciales riesgos del rescate.
"El debate no es fácil. Hay razones a favor y en contra tanto de
carácter político tanto económico", dijo en el arranque de su
intervención Schäuble, cara más visible en Alemania y Bruselas del
sector más exigente con Atenas, en un guiño también a los críticos entre
sus filas.
No obstante, el Ejecutivo de la canciller Angela Merkel abogó por el
"sí" porque en Atenas se ha operado un "cambio fundamental" en las
últimas semanas, porque el programa de rescate incluye "reformas
numerosas y extensas" que en gran medida han sido aprobadas "a priori"
por el Parlamento heleno y por "responsabilidad europea".
"Bajo este contexto, podemos y debemos recomendar este acuerdo",
afirmó Schäuble, que pese a que considera que "no hay garantías de que
todo va a funcionar", aseguró que "sería irresponsable no permitir un
nuevo comienzo para Grecia".
El ministro recalcó, mirando a Atenas, que los ajustes son
"irrenunciables, sobre todo dentro de la Unión Monetaria" e
"irrenunciables para la membresía en la eurozona" y salpimentó su
intervención con aceradas críticas al gobierno de Tsipras.
Si Grecia cumple con la condicionalidad acordada en el Memorando de
Entendimiento, su economía podrá volver a la senda del crecimiento,
reducir sus deudas progresivamente a partir de 2018 y crear empleo,
argumentó Schäuble.
Schäuble dedicó especial atención a la participación -aún no segura-
del Fondo Monetario Internacional (FMI) en el tercer rescate, uno de los
elementos que más han citado los disidentes conservadores para no votar
a favor.
El titular de Finanzas tildó de "indispensable" que el organismo
dirigido por Christine Lagarde "con su experiencia especial" siga
compartiendo el timón del proceso heleno con el resto de instituciones
implicadas, la Comisión Europea (CE) y el Banco Central Europeo (BCE).
Schäuble confió en que el FMI participe en el nuevo rescate y recalcó
la "disposición fundamental" de la institución a seguir a bordo, aunque
la decisión no se tomará hasta otoño tras un análisis de la capacidad
de repago de Grecia.
El organismo multilateral ha exigido un alivio de la deuda pública
helena "más allá" de lo planeado hasta ahora, pero ahí Berlín se
mantiene firme y asegura que es posible una reestructuración (prolongar
los plazos y reducir los intereses), pero que una quita es imposible
desde el punto de vista legal.
El líder de La Izquierda y jefe de la oposición, Gregor Gysi, abogó
por el "no" al rescate, pese a que su partido está aliado en Europa con
la Syriza de Tsipras, porque a su juicio no contribuirá a la
recuperación económica helena y dañará el poder adquisitivo de los
griegos al recortar pensiones y ayudas sociales.
Por su parte, el jefe del grupo parlamentario verde, Anton Hofreiter,
buscó el equilibrio entre las críticas al Gobierno, al que acusó de
haber actuado de forma "populista y antieuropea" y su apoyo al tercer
rescate porque considera que ayudará a que Atenas se recupere de la
crisis.
"Es un 'Sí a Europa' y en absoluto un 'Sí al Gobierno alemán'", aclaró el líder de Los Verdes en el Bundestag.
Varios parlamentarios y comentaristas políticos consideraron
sorprendente que Merkel no interviniese en la sesión, aunque estuvo
presente.
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