viernes, 21 de agosto de 2015

El impacto de China en Europa / Primo González *

El crecimiento de China a ritmo anual de dos dígitos no iba a durar toda la vida y ha llegado el momento de la cruda realidad. A la economía china le adjudican previsiones del 6% o como mucho de casi un 7% de aumento del PIB durante este año y en el que viene. La segunda mayor economía del mundo, detrás de la de Estados Unidos, tiene sin embargo un papel relevante en los mercados mundiales debido a su potente capacidad exportadora y sobre todo a la elevada demanda de algunos productos básicos de los que es importador neto muy importante, aunque ahora en fase decreciente.

Los flujos comerciales de este país con el exterior son los que están causando en estos momentos mayores distorsiones ya que los precios de las materias primas, que China demanda en grandes proporciones, sobre todo en algunos metales, se han hundido hasta niveles que no se conocían desde el año 2002, lo que ha causado graves consecuencias negativas en algunas economías altamente dependientes de las exportaciones de materias primas. El caso más relevante es el de Brasil, cuyo PIB ha entrado en recesión. Será, entre las grandes economías mundiales, la más afectada. El relevo de China como potencia emergente lo está tomando ya India, cuyo PIB crecerá este año por encima del 7%, según las previsiones más extendidas, por lo que superará a su poderoso vecino asiático, cinco veces más grande en tamaño del PIB. Es la segunda vez de la que se tiene constancia en que India supera a China en crecimiento económico, tras lo sucedido en el año 2010.

El impacto de la crisis china en Europa puede tener una vertiente negativa pero no deja de aportar consecuencias positivas, la más importante de las cuales es la influencia de la débil situación del país asiático en los precios de las materias primas, lo que abaratará las importaciones europeas y contribuirá a acentuar la baja inflación de la Eurozona, lo que a su vez puede influir en la continuidad de las intervenciones monetarias de apoyo del BCE destinadas a insuflar liquidez y una menor tensión deflacionista.

Entre las materias primas afectadas por la debilidad china se encuentra el petróleo, cuyo precio sigue cayendo de forma imparable, hasta niveles del año 2009. Este descenso del precio del crudo se debe a la menor presión compradora china, pero también, y sobre todo, a la fortaleza de la producción, ya que algunos países, además de Estados Unidos, están alcanzando cifras de producción récord en la actualidad. Se estima que el volumen de crudo sobrante en estos momentos en los mercados internacionales es de unos 2 millones de barriles diarios, cifra que previsiblemente aumentará cuando Irán se incorpore a los flujos comerciales del petróleo, una vez dejen de estar en vigor las sanciones económicas impuestas a este país.

De momento parece que los riesgos de ambas vertientes están equilibrados aunque a medio plazo las consecuencias de una menor demanda de productos europeos por parte de China podrían ser negativas para algunos importantes sectores económicos. Se cree que los más afectados, además de las empresas dedicadas a los recursos naturales, serán los fabricantes del sector del automóvil y la amplia gama de empresas dedicadas a la producción de bienes de consumo, en especial los de lujo, segmento del mercado en el que China viene jugando un importante papel en los últimos años. También desde luego en los automóviles, en especial los de gama media y alta, es decir, los que fabrican las plantas alemanas de forma más cuantiosa.

El hecho de que las Bolsas europeas estén recibiendo con preocupación la baja perspectiva económica que se espera para China en los próximos años no es gratuíta, ya que el mercado chino ha llegado a ocupar un papel muy importante en la producción exterior de muchas empresas europeas, incluidas algunas españolas. A la debilidad china se unen los malos momentos por los que están atravesando otras economías emergentes, como Brasil, en las que la actividad empresarial europea, y española en particular, es bastante notable.


(*) Periodista y economista


No hay comentarios:

Publicar un comentario