martes, 18 de agosto de 2015

Empeora la seguridad económica de Rusia… / Antonio Sánchez-Gijón *

En los últimos días han salido del entorno de Rusia y su periferia noticias muy heterogéneas pero con una raíz común: un empeoramiento general de los indicadores económicos y un incremento, en lo que llevamos de agosto, de las tensiones en Ucrania oriental, hasta el punto de que el secretario de Estado de los Estados Unidos, John Kerry, expresó a su colega ruso, Sergei Lavrov, el pasado jueves, “su grave preocupación” por lo que allí sucedía.

Los in­di­ca­dores eco­nó­micos

El nú­mero de pa­sa­jeros de vuelos in­ter­na­cio­nales que tran­si­taron por los ae­ro­puertos rusos en los seis pri­meros meses de 2015 se re­dujo un 22,6%, o 1,1 mi­llones plazas menos que en el mismo pe­riodo de 2014, según datos de la Agencia Federal de Transporte Aéreo pu­bli­cados en julio pa­sado. Numerosas com­pañías oc­ci­den­tales y de Oriente Medio han re­du­cido el nú­mero de sus vuelos a des­tinos ru­sos. y/o vuelan con aviones de menor ca­pa­ci­dad.

La es­ta­dís­tica re­fleja el doble efecto de la de­va­lua­ción del rublo y la caída del PIB, con una re­duc­ción co­rre­la­tiva en el nú­mero de em­pleos bien re­mu­ne­rados como para fi­nan­ciar va­ca­ciones en el ex­tran­jero o ir de ne­go­cios. A su vez, esos dos efectos tienen por causa ori­ginal el ré­gimen de san­ciones oc­ci­den­tales contra Rusia por sus ac­ciones en Ucrania y otros lu­gares de su pe­ri­fe­ria, y por el drás­tico des­censo de los in­gresos por venta de pe­tró­leo.

Fenómenos coin­ci­dentes con los an­te­riores son la fuga de $151.000 mi­llones de ca­pital y la re­duc­ción del 50 % en el vo­lumen de las in­ver­siones ex­tran­je­ras, en 2014.

La im­po­si­ción, este 5 de agosto, de un bando contra la im­por­ta­ción de pro­ductos de con­sumo eu­ro­peos de ca­lidad es otro in­di­cador in­tere­sante. Desde pri­meros de año ope­raba una prohi­bi­ción de pro­ductos eu­ro­peos fres­cos, pero em­pre­sa­rios bie­lo­rrusos y ka­zajos los re­ex­por­taban a Rusia con do­cu­men­ta­ción fal­si­fi­cada, be­ne­fi­cián­dose de la unión adua­nera de sus países con Rusia.

Hace pocos días, para dejar sen­tado que todo co­la­dero está ce­rrado, el go­bierno or­denó la des­truc­ción de to­ne­ladas de ali­mentos de marcas eu­ro­peas, cau­sando la in­dig­na­ción de parte de la po­bla­ción, sobre todo de las fa­mi­lias que apenas llegan a fin de mes.

Antes in­cluso de que es­ta­llase la crisis de Ucrania, a prin­ci­pios de 2014 - la cual tuvo como con­se­cuencia la im­po­si­ción de san­ciones eco­nó­micas y po­lí­ticas a Rusia-, Moscú ya es­taba en aprie­tos. Entre 2008 y 2009 el país es­tuvo en re­ce­sión. Apenas re­cu­pe­rado a partir de 2010, la eco­nomía volvió a la re­ce­sión en 2013. Luego vino (principios de 2014) la anexión de Crimea y el au­mento del gasto mi­litar y de los sub­si­dios a las mi­li­cias pro­rusas de la re­gión de Donestk, con las con­si­guientes san­ciones oc­ci­den­ta­les. Para mayor es­car­nio, a me­diados del pa­sado año los pre­cios de la energía co­men­zaron a des­cen­der. El pe­tróleo se co­tiza ac­tual­mente a menos del 50% de su precio el año an­te­rior.

El go­bierno ha reac­cio­nado por dos vías: re­du­ciendo el pre­su­puesto en un 10%, ex­cepto los gastos de de­fensa, y tras­la­dando la mayor carga de los re­cortes a las 83 re­giones fe­de­rales de que se com­pone el es­tado ruso. Se con­si­dera que el nú­mero de re­giones en di­fi­cul­tades eco­nó­micas sig­ni­fi­ca­tivas es su­pe­rior a 60, re­du­ciendo su ca­pa­cidad de man­tener su nivel de con­tri­bu­ción al go­bierno fe­de­ral. Estas con­tri­bu­ciones se acercan a los dos ter­cios de sus in­gresos in­ter­nos, aunque luego el go­bierno les de­vuelve una media del 20% de lo re­ci­bido por el te­soro.

Las re­ce­siones de los úl­timos años for­zaron a las re­giones a en­deu­darse. Si en 2010 te­nían deudas por $35.000 mi­llo­nes, las ac­tuales se es­timan en $103.000 mi­llo­nes. La con­tri­bu­ción del go­bierno fe­deral a las re­giones se han re­du­cido drás­ti­ca­mente: $56.000 mi­llones en 2012 y sólo $28.000 en 2014. Consciente de que los pro­blemas re­gio­nales se ai­rearán po­lí­ti­ca­mente de cara a las elec­ciones de ese ni­vel, del pró­ximo sep­tiem­bre, el go­bierno ha pe­dido a la banca es­tatal Sberbank y VTB que au­menten su fi­nan­cia­ción a las re­gio­nes. No es se­guro que el pri­mero esté en con­di­ciones de atender el re­que­ri­miento, porque su propia si­tua­ción “es com­pli­ca­da”, según de­claró su pre­si­dente.

Indicadores de se­gu­ridad

Putin, a pesar de todo, ha ve­nido go­zando de un alto nivel de po­pu­la­ridad desde su en­fren­ta­miento con Occidente por Ucrania. Si las san­ciones acaban obli­gando o no a los rusos a apre­tarse aún más el cin­tu­rón, esa po­pu­la­ridad se pondrá a prueba.

La es­tra­tegia de Putin ante las cre­cientes es­tre­checes es no ceder hasta que vea una ame­naza cierta de pro­testa en la calle o re­vueltas en las pro­vin­cias. Sólo en­tonces echaría mano de parte de las re­servas fe­de­ra­les, de unos $540.000 mi­llo­nes. En reali­dad, ne­ce­sita todos los re­cursos dis­po­ni­bles, para su uso de cara a las elec­ciones ge­ne­rales de final del pró­ximo año, cuando las pro­testas por las es­tre­checes pueden re­ducir su nivel de apoyo.

Las re­servas son tanto más crí­ticas cuanto que este año el cre­ci­miento eco­nó­mico será de -3,2%, y un triste 0,7% en 2016, según prevé el mi­nis­terio de Economía y Desarrollo.

En cuanto a los in­di­ca­dores de riesgo mi­li­tar, todos se dan en re­la­ción con la crisis de Ucrania. Desde pri­meros de mes se ob­serva un in­cre­mento en la ro­ta­ción de efec­tivos se­ce­sio­nistas en­tre­nados en Rusia, que pasan a ocupar po­si­ciones en la parte oriental del país, coin­ci­diendo con ata­ques contra el ejér­cito ucra­niano. Éste úl­timo de­nunció que el pa­sado lunes hubo 127 ata­ques, que ma­taron al menos tres de sus sol­da­dos.

Las re­giones re­beldes de Ucrania oriental se pro­ponen llevar a cabo, entre oc­tubre y no­viem­bre, unas elec­ciones que el go­bierno de Kiev re­chaza de plano. La OTAN mira estos cam­bios po­lí­ticos y mi­li­tares con preo­cu­pa­ción, y a fi­nales de agosto tendrá sus Unidades de Fuerzas Integradas pre­pa­radas para su des­pliegue en los países de la pe­ri­feria oc­ci­dental de Rusia.

Como se ve, no hay en pers­pec­tiva alivio para los des­velos del pre­si­dente Putin por el bie­nestar y se­gu­ridad de su pueblo y los de sus alia­dos.

(*) Periodista

No hay comentarios:

Publicar un comentario