TEHERÁN.- El Gobierno iraní del moderado Hasán Rohaní centrará sus esfuerzos durante el resto de legislatura en mejorar la situación económica, una vez que ya logró recuperar las relaciones con la comunidad internacional tras el acuerdo nuclear con el Grupo 5+1.
Así lo expresó hoy Rohaní en una extensa rueda de prensa en la que
realizó un balance de los logros de su Gobierno desde que asumió en
agosto de 2013 y en la que respondió a todo tipo de inquietudes sobre la
situación del país y sus relaciones internacionales tras la nueva
ventana abierta al mundo con el pacto anunciado el pasado 14 de julio en
Viena.
En su comparecencia, Rohaní apuntó que "Irán es visto ahora como un
país que busca la paz" y que los intentos de "resucitar la iranofobia"
están fracasando, lo que abre la puerta a una mejor interrelación con el
mundo y al desarrollo del comercio y la inversión para mejorar la
situación del país.
En ese sentido, el presidente insistió que el trabajo ahora se
centrará en profundizar las políticas económicas desarrolladas, que han
buscado "evitar causar rupturas sociales" y que de momento han tenido
éxito para "calmar a los mercados, contener la inflación y salir de la
recesión".
Rohaní se mostró satisfecho por el éxito obtenido pese a la "fuerte
caída del precio del petróleo" en los últimos meses, principal fuente de
ingresos del país, y las sanciones que todavía lastran la economía
iraní.
El presidente indicó que aún están por ver los efectos del acuerdo
nuclear, ya que ni siquiera se han puesto en marcha las previsiones del
pacto, y dijo que se verán en unos meses.
"Llevará tiempo producir más y vender más y que el dinero llegue al
tesoro. Pero lo que importa es que tenemos ahora más confianza de la
gente y más esperanza y eso es lo que hemos logrado. Hay confianza el
Gobierno para que pueda lograr sus objetivos", explicó.
Rohaní apuntó que el enorme flujo de empresas extranjeras que se han
acercado a Irán tras el anuncio del pacto nuclear para invertir e
impulsar el comercio serán el motor para atajar el gran problema que su
Gobierno deberá atajar en los dos años que le restan en el poder, que es
el desempleo.
En ese sentido, advirtió que los extranjeros "no hacen bien" en ver
en Irán tan solo un "mercado de 80 millones de consumidores".
"Yo en las reuniones que he tenido les he dicho que nuestra política
es que aquí hay que traer tecnología e inversión y participar de este
mercado desde aquí. Y que el fin último de esta aproximación es atajar
el desempleo, que es el reto que tenemos y queremos solucionar", dijo.
Así, pidió "planes de inversión" para los sectores de la economía
iraní no petrolíferos, que se basen en "sociedades conjuntas" y en la
transferencia de tecnología.
Rohaní también apuntó que uno de los mayores valores de la economía
iraní es su capital humano y resaltó que particularmente los jóvenes
están esperanzados en la mejora del país, lo que ha causado que en los
últimos meses se haya revertido la "fuga de cerebros" y que muchos
iraníes formados o empleados en el exterior estén regresando al país.
En cuanto a otros asuntos, Rohaní apuntó que su país no renunciará a
sus políticas de defensa pese al acuerdo nuclear y que seguirá pendiente
para mantener un "poder disuasorio" y evitar cualquier posible
"infiltración" de Occidente en la República Islámica, al tiempo que
buscará mejorar sus relaciones políticas y económicas con Rusia, la
India y China.
Además, señaló que el acuerdo nuclear servirá para mejorar, y no
empeorar como señalan algunos críticos, las relaciones iraníes con sus
vecinos árabes, ya que es un pacto diseñado para "generar confianza".
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