PARÍS.- En 2013, la compañía china Shanghai Zendai compró 1.600 hectáreas de terreno cerca de Johannesburgo para
construir el "Nueva York africano", el tipo de proyecto faraónico en
peligro en el continente africano tras la desaceleración de la economía
china.
La ciudad dormitorio de Modderfontein, en las afueras de
Johannesburgo es un símbolo de las ambiciones, a veces grandiosas, de
China en África.
Por 7.800 millones de dólares, los inversores
prometieron transformar esta pequeña localidad anónima de las afueras
industriales de Johannesburgo en una metrópoli de 35.000 viviendas en
rascacielos, dotada de un parque que iba a rivalizar con el Central Park
neoryorquino.
En 2009, China se convirtió en el primer socio económico del continente con la importación masiva de materias primas africanas.
El aumento de los precios permitió al África subsahariana garantizar un crecimiento medio del 4% en los últimos 20 años.
Carreteras,
ferrocarriles, minas, energía. África contó con inversiones masivas de
su socio chino en numerosos sectores para garantizar su desarrollo.
El
gigante asiático construyó centrales eléctricas en Botsuana, participó
en proyectos de instalaciones hidroeléctricas en Zambia, en Gabón o en
República Democrática del Congo y financió la construcción de la sede de
la Unión Africana en Adís Abeba.
Primer importador de tabaco
zimbabuense - por unos 176 millones de dólares anuales -, China está
detrás de la construcción de la carretera de circunvalación que rodea a
la capital mozambiqueña Maputo, y de la reconstrucción de las líneas de
ferrocarriles entre Lagos y Kano en Nigeria, por 2.500 millones de
dólares.
Pero el frenazo de la demanda china y la esquizofrenia de
los mercados bursátiles genera interrogantes sobre la fortaleza del
crecimiento chino y preocupa a los países que dependen de ella.
"Es
como si se hubiera habido una gran fiesta y la resaca durara más tiempo
del previsto", analiza Dennis Dykes, economista jefe para
Nedbank.
"No era realista pensar que China fuera a continuar con el ritmo que tenía", prosigue.
"La
mayor repercusión ha sido en el precio de las materias primas, lo que
afecta directamente a África. También afecta a las inversiones que sin
duda se van a desacelerar", dice Celeste Fauconnier, investigadora sobre
África para el Rand Merchant Bank.
"Deberíamos preocuparnos", agrega.
Algunos países ya se han visto afectados por la caída de las materias primas, al nivel de hace 16 años.
Los
funcionarios nigerianos han recibido sus salarios con retraso después
de que el precio del petróleo ha caído por debajo de los 50 dólares el
barril, vaciando las arcas del primer productor de oro negro del
continente.
En Sudáfrica, las exportaciones de hierro cayeron
36,9% desde el pasado año y varias empresas mineras anunciaron despidos
masivos.
Zambia tampoco ha escapado. El cobre representa el 70% de
sus exportaciones. Fresno Yamba, un funcionario del Tesoro público
zambiano dijo estar "preocupado" ya que "China es uno de los principales
compradores".
Las dificultades recientes de la economía china
tienen lógicamente "consecuencias en nuestra balanza de pagos corrientes
y nuestra balanza comercial", asegura Hugo Pienaar, economista
sudafricano en la universidad de Stellenbosch, que estima que las
inversiones se van a resentir así como el empleo en los países
afectados.
Para luchar contra estos efectos secundarios del
declive chino y mantener un ritmo de crecimiento alto, los economistas
africanos tienen que aprender a no poner los huevos en la misma cesta,
la de las materias primas.
"La mayoría de los países del África
subsahariana se doparon con el crecimiento chino. Desde hace quince años
hubieran debido diversificar sus economías y dejar de depender
exclusivamente de las materias primas. Nunca es tarde, pero las presión
ahora es grande", estima Martyn Davis, director de Frontier Advisory,
una empresa de asesoría para las economías emergentes.
Pero pese a
esta preocupación, los temores de que China deje de ser un socio
fundamental en África son un poco alarmistas, según Ryan Wibberley,
analista de Investec en El Cabo.
"China
se ha beneficiado de socios privilegiados con muchos países africanos y
ha podido lanzar grandes proyectos de infraestructura", estima.
"Yo pienso que el PIB chino tiene que verse mucho más afectado para que todo esto se cuestione", concluye.
No hay comentarios:
Publicar un comentario