lunes, 17 de agosto de 2015

La escalada de la violencia y la crisis rusa golpean al turismo turco

ANKARA.- La escalada de violencia en Turquía, con noticias casi diarias de explosiones y muertes, las amenazas del grupo Estado Islámico y la crisis de refugiados golpean con fuerza al turismo turco, afectado ya por la crisis en Rusia.

Según el Instituto Turco de Estadísticas (TUIK), el ingreso por turismo del país cayó en el pasado trimestre hasta los 7.700 millones de euros, un 13,8 por ciento menos que en el mismo periodo del año pasado.
Entre enero y junio de 2015, las pérdidas del sector alcanzaron los 1.200 millones de euros, en comparación con el primer semestre de 2014.
De acuerdo con los inversores en el sector, que han instado al gobierno turco a elaborar con urgencia un plan de acción para atraer a visitantes extranjeros, el turismo del país euroasiático perderá este año cerca de 5.000 millones de euros.
A juzgar por las crecientes cancelaciones de reservas, se teme que las pérdidas sean aún mayores en 2016, en uno de los países más turísticos del mundo, con 42 millones de visitantes en 2014.
En reacción a las exigencias del sector, el ministro turco de Turismo, Omer Celik, ha anunciado el pasado fin de semana que prolongará hasta fines de noviembre una subvención de 6.000 dólares para el combustible de los vuelos de operadores de giras que lleven a Turquía visitantes desde Rusia, Irán y las repúblicas del centro de Asia.
Antes de desatarse la crisis económica rusa, unos 4,5 millones de turistas viajaban cada año de Rusia a Turquía, cifra que se calcula ha caído en cerca de un 30 por ciento.
Según Cem Polatoglu, portavoz de la plataforma que aglutina a los operadores de giras turísticas, el país habría estado hasta cierto punto preparado para la crisis en Rusia.
Pero no ocurre lo mismo con la reciente escalada de la violencia, con ataques casi a diario de la guerrilla kurda Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), operaciones del ejército, la amenaza del grupo yihadista Estado Islámico (EI) y cada vez más refugiados en las calles.
La situación tras romperse el alto el fuego y el proceso de paz entre el PKK y el Estado turco el pasado 24 de julio, después de un mortífero atentado del EI contra activistas kurdos, es ahora el mayor problema que afecta al turismo.
La popularidad de las provincias del sureste del país en las que se concentra la población kurda de Turquía había aumentado en los últimos dos años gracias al ambiente pacífico que reinó desde el alto el fuego declarado por el PKK en marzo de 2013.
Se acabaron ahora las giras de turistas en la región, que durante ese periodo fueron más de mil trescientas, según Polatoglu.
En un comunicado publicado el fin de semana, el Sindicato de agencias de viaje de Turquía (TURSAB) ha advertido de una avalancha de cancelaciones debida a los atentados terroristas y la incertidumbre política, y de que la situación es aprovechada por otras regiones competidoras.
"Los países del Mediterráneo usan eso y dicen que Turquía no es un país seguro", dijo Riza Gencay, jefe de la región del Egeo del TURSAB, en la nota.
Según indicó al diario Milliyet Hakan Alpay, director general del hotel Hilton Resort Dalaman, el número de ciudadanos británicos que visita la región de Dalaman, en la costa del mar Egeo, ha descendido en un 5 por ciento y se teme un retroceso mucho mayor en 2016.
"Hay una caída del 3 por ciento en el número de turistas holandeses, del 20 por ciento de belgas, 22 por ciento de daneses, 15 por ciento de suecos, 10 por ciento de irlandeses y 13 por ciento de noruegos. Los lugares turísticos están perdiendo dinero", dijo Alpay.
"Ya se han vendido un 30 por ciento de los hoteles de Antalya (el lugar más turístico de Turquía)", añadió.

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