MADRID.- La inversión
inmobiliaria española volverá a crecer este año de forma ostensible y rebasará
incluso los máximos históricos que se alcanzaron en 2007, cuando en
pleno apogeo del sector se superaban los 10.000 millones de euros
anuales.
Sólo en los primeros seis meses de 2015, la inversión inmobiliaria en
España se situó en 8.434 millones, impulsada por la compraventa de
Testa (filial de patrimonio de Sacyr), una cifra que duplica
holgadamente la registrada en el mismo periodo de 2014 y supera la
contabilizada en los últimos ocho años, según los cálculos de la
consultora inmobiliaria CBRE.
La firma confía en que este año se cierre en el entorno de los
12.000-14.000 millones, un ejercicio en el que, además de superarse el
volumen de inversión previo a la crisis, también se rebasará el número
de operaciones, ha explicado el director de Capital Markets de
CBRE España, Mikel Marco-Gardoqui.
En 2007, coincidiendo con el pico, el mercado movió 10.000 millones de inversión, igual que en 2014.
Sin embargo, como los precios son más baratos hay un número mayor de
operaciones y la actividad está siendo más fuerte que entonces.
Después de atravesar en 2012 el momento más duro, el mercado empezó a
vislumbrar una recuperación de la actividad en 2013, cuando se duplicó
la actividad de un año antes, al igual que ocurrió en 2014 con respecto a
2013.
La compra de Testa, valorada en 3.500 millones, por parte de la
socimi (sociedad cotizada de inversión inmobiliaria) Merlin será una de
las que más impacten en las cifras de este año.
"Sigue habiendo mucho interés, dinero y confianza en el sector
inmobiliario. Va a haber más socimis que van a salir al mercado, aunque
no con el volumen y la fuerza de las que hemos visto saltar ya", subraya
el directivo.
Respecto a las rentas, CBRE espera que el incremento sea una realidad
durante el segundo semestre del este año y el primer semestre de 2016.
De hecho, en algunos inmuebles del Paseo de la Castellana, el centro
de Barcelona o de la calle Larios de Málaga, las rentas están creciendo,
aunque de forma tímida, pero con una expectativa muy fuerte por la
recuperación del consumo y la mejora de la economía.
"Los inversores internacionales están siendo increíblemente
optimistas y consideran que el crecimiento, si no está ya, va a venir",
añade.
En este momento del mercado, los "fondos buitre", que entraron con
fuerza entre 2011 y 2012 en un mercado con incertidumbres, han dado paso
a inversores institucionales y tradicionales.
No obstante, los fondos oportunistas siguen muy activos en el mercado
español, aunque con otro perfil, más centrado en suelo, producto
residencial y zonas secundarias.
Tras cerca de siete años sin casi actividad, Marco-Gardoqui asegura
que sigue habiendo demanda y que es útil promocionar nuevo producto, por
ejemplo, en Madrid, Barcelona, Valencia, Málaga, Sevilla o Bilbao,
donde hay una demanda insatisfecha tanto de residencial como de oficinas
o comercial.
Sin embargo, coincide con muchos expertos en que, posiblemente, parte
de las existencias no se van a vender nunca y algunos proyectos se
tendrán que demoler.
Aunque aún hay zonas que tienen que ajustar más los precios, en
general, añade, han tocado suelo y se están recuperando, aunque no a un
ritmo "loco".
Tras constatar un aumento de las compraventas de viviendas,
actualmente se están observando muchas alianzas estratégicas entre
inversores extranjeros y socios locales para levantar nuevos proyectos
residenciales. Los primeros aportan el dinero y los segundos su
experiencia.
Con respecto a la famosa "Operación Chamartín", Marco-Gardoqui cree
que el mejor de los escenarios se verá de aquí a 10 años y considera que
se deben incentivar proyectos tipo Canalejas o Torre España, así como
la rehabilitación de las oficinas que hay en el mercado.
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