PARÍS.- Las principales bolsas europeas
cerraron en rojo este miércoles, en la estela de las chinas, aunque Wall
Street subía con fuerza, en un clima de incertidumbre por la eficacia
de las medidas adoptadas por el banco central chino.
Los mercados
europeos se mostraron muy volátiles a lo largo de la sesión que pasó del
rojo al verde y de nuevo al rojo. Londres perdió 1,68%, París, 1,40%,
Fráncfort y Madrid 1,29% y Milán 0,81%.
"Mientras el mercado no
tenga mayor visibilidad sobre el impacto de China en la economía, existe
el riesgo de que haya más sesiones volátiles", advierte Mikaël Jacoby,
responsable para Europa occidental de Oddo Securities.
Las bolsas de Shanghái y Shenzhen volvieron a cerrar en rojo, perdiendo respectivamente 1,27% y 3,05%,
"Pese
a la intervención del Banco Popular de China, persiste la preocupación
por la salud de la segunda economía mundial ya que las medidas adoptadas
podrían resultar demasiado tímidas para relanzar duraderamente la
economía", estiman los analistas de Saxo Banque en una nota.
El
banco central chino (PBOC) recortó el martes por quinta ocasión los
tipos de interés, en 0,25%, y redujo las reservas obligatorias de los
bancos que en la práctica equivale a una inyección masiva de liquidez.
Pero
no ha bastado para tranquilizar a los inversores de la bolsa de
Shanghái, que a los números rojos del miércoles se suman cerca del 8,5%
que perdió el lunes y el 7,63% del martes en un clima de pánico
generalizado. Desde mediados de junio, la plaza shanghainesa ha perdido
más del 40%, casi un tercio del 150% que había subido en un año.
El
resto de los parqués asiáticos terminaron dispares: Tokio ganó 3,20%
tras seis sesiones negativas. En cambio, Hong Kong perdió 1,52%.
Para
los analistas, las bolsas chinas no reflejan en absoluto el estado de
la economía real. Pero más allá de las vicisitudes de las bolsas, los
interrogantes se centran en la capacidad de China para seguir jugando su
papel de locomotora del crecimiento mundial.
La economía china
mostraba señales de agotamiento a mediados de junio pese a la subida
espectacular de las bolsas en los últimos 12 meses.
Los últimos
indicadores no han hecho más que confirmar la desaceleración de la
actividad en el país, una evolución preocupante ya que China representa
más del 13% de la actividad mundial.
Muchos investigadores se preguntan si las intervenciones del PBOC bastan para relanzar la máquina.
"Si
las dificultades de los mercados financieros chinos y de la economía
real en el país se agravan, sin que el gobierno logre enderezar la
situación, no se descarta un crash financiero y económico de gran
calado", comenta Christophe Donay, estratega de Pictet Wealth
Management.
"Actualmente es el mayor riesgo para la economía y los mercados mundiales", considera.
Aunque
son bienvenidas, las medidas expansivas del PBOC no van a lograr
relanzar la actividad económica, las inversiones ni el consumo, a menos
que el gobierno adopte medidas más contundentes, en particular
presupuestarias y de gasto público, opinan los analistas.
"Hay que
disipar el exceso de pesimismo y restaurar la confianza (de los
inversores). Se necesitarán medidas de apoyo adicionales las próximas
semanas y los próximos meses", insistía Frederic Neumann, economista de
HSBC en Hong Kong, citado por Bloomberg News.
Tras décadas de
crecimiento de dos dígitos, las autoridades chinas deben convencer de
que en el futuro el incremento de la actividad será mucho más moderado y
más duradero, sostenido por el consumo interno, en vez de las
exportaciones y las inversiones como ha sido hasta ahora.
Pero el
cambio se hace con dolor. China devaluó su moneda en un 2% el 11 de
agosto, asegurando que se trata de acercar el yuan a su valor "real".
Este
gesto ha sido interpretado como un esfuerzo para incentivar las
exportaciones y ha suscitado interrogantes sobre el estado de sus
finanzas
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