PEKÍN.- La agencia de calificación Moody's descartó en un informe publicado hoy que la depreciación del yuan la semana pasada decidida por las autoridades de China vaya a tener efecto sobre el crecimiento económico mundial, como tampoco sobre el del gigante asiático.
En su informe "Perspectiva Global Macro", Moody's mantiene su
previsión de crecimiento de las economías del G-20 en un 2,7 % para este
año y alrededor de un 3 % el próximo, mientras que para China las deja
en un 6,8 % en 2015 y un 6,5 % en 2016.
Una mayor corrección de los precios en los mercados de valores y de
la vivienda en China, una "respuesta desordenada" a la subida de tipos
anticipada por la Reserva Federal estadounidense (Fed) o una salida de
Grecia de la zona euro son los principales riesgos para la economía
mundial en los dos próximos años, según la agencia.
"La depreciación de la moneda de momento no tendrá un impacto
significativo sobre el crecimiento del PIB" de China, añade el documento
de la agencia de calificación.
Aunque el informe de Moody's destaca que las tres devaluaciones
consecutivas acordadas por el Banco Popular de China (central) la semana
pasado han generado "preocupación" sobre la marcha de la segunda
economía mundial, minimiza sus repercusiones.
Moody's también desestima que la corrección en la Bolsa entre junio y
julio influya de forma relevante en el crecimiento chino porque las
acciones valen más que hace un año, por el limitado ahorro de los
hogares que se destina al mercado de valores y por la baja dependencia
de las empresas de los parqués.
La agencia de medición de riesgos presta más atención a los posibles
efectos que las medidas de estímulo del Gobierno chino puedan tener
sobre el crecimiento del país, que dependerá de los tiempos y de la
naturaleza de las políticas adoptadas.
"La gama y el tamaño de las medidas de estímulo que han sido
implementadas ha sido más amplio y más grande de lo que pensábamos que
fueran necesarias", admite Moody's, que añade que eso "sugiere que la
economía china es más débil" de lo esperado.
La agencia de calificación prevé que Pekín seguirá adoptando medidas
de apoyo para apuntalar en la segunda mitad del año un crecimiento
económico que en el primer semestre fue de un 7 %, por debajo del 7,4 %
registrado en 2014.
El frenazo del gigante asiático se verá neutralizado, según Moody's,
por la recuperación de Estados Unidos, para el que anticipa un
crecimiento de un 2,4 % este año y un 2,8 % en 2016, impulsado por la
"robusta creación de empleo, altos beneficios corporativos, favorables
condiciones financieras y la demanda acumulada".
En la zona euro, la entidad pronostica un crecimiento de un 1,5 %
para 2015 y 2016 favorecido por la debilidad del euro y los bajos
precios del petróleo, aunque apunta que no hay pruebas ni en la
inversión, ni en la productividad, ni en el empleo de que las reformas
estructurales hayan cambiado el potencial de la región.
Moody's rebaja sus perspectivas de crecimiento para Brasil, donde
estima una contracción del PIB de un 2 % en 2015 y un estancamiento en
2016 por los coletazos de la crisis de Petrobras, y México, para el que
calculan un crecimiento de un 2,3 % y un 3 % en esos mismos años por los
bajos precios del crudo.
Sobre el petróleo, la agencia de calificación prevé que el incremento
de la oferta siga superando a la demanda, por lo que espera que el
barril de Brent se mantenga en 55 dólares este año y repunte hasta los
57 dólares en 2016.
"La recuperación de Estados Unidos y, en menor extensión, la zona
euro y Japón, se compensará con la ralentización de China, el bajo o
negativo crecimiento en América Latina y sólo una gradual recuperación
rusa", dijo la autora del informe y vicepresidenta de Política
Crediticia de Moody's, Marie Diron, en un comunicado.
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