WASHINGTON.- La compañía petrolera Royal Dutch Shell recibió finalmente permiso del Gobierno estadounidense para comenzar la perforación en un pozo en aguas del océano Ártico frente a las costas de Alaska, informó la Oficina de Seguridad y Medioambiental de EE.UU. (BSEE, en inglés).
Hasta ahora, el Gobierno había permitido la exploración pero no los
trabajos sobre pozos ya certificados con petróleo ante la falta de
tecnología específica por parte de Shell para contener un posible
vertido.
La decisión se produce después de que el barco rompehielos finlandés
Fennica, que cuenta con la tecnología necesaria para bloquear cualquier
derrame, llegase al lugar de perforación en el mar de Chukchi, en el
noroeste de Alaska.
"Las actividades llevadas a cabo en el mar de Alaska se ajustan a los
mayores exigencias de seguridad, protección medioambiental y respuesta
de emergencias", dijo Brian Salerno, director de la BSEE en un
comunicado, al anunciar la decisión.
Salerno agregó que "ahora que el sistema de control está operativo y
puede ser utilizado, Shell tendrá permiso para explorar en zonas con
petróleo del campo Burger".
Shell abandonó sus trabajos de exploración en el Ártico hace tres
años cuando una de sus plataformas sufrió graves daños en una tormenta y
tras ser multada por contaminación en sus vuelos en la zona.
La petrolera angloholandesa ha invertido más de 6.000 millones de
dólares en sus proyectos petroleros en Alaska, pero hasta el momento no
ha completado el desarrollo de un solo pozo.
Shell ya ha reconocido que cuenta con poco tiempo para llevar a cabo
las perforaciones antes de que el hielo vuelva a cerrar, antes de
finales de septiembre, el acceso por mar a la zona donde se encuentran
el pozo, por lo que el trabajo debería retomarse en 2016.
De acuerdo con la Oficina Geológica de EE.UU., las aguas del Ártico
cuentan con unos 26.000 millones de barriles de petróleo recuperable,
aunque por ahora las difíciles condiciones meteorológicas y el complejo
acceso han supuesto un enorme obstáculo para la exploración petrolífera.
Además, el proyecto ha recibido fuertes críticas y oposición de
organizaciones de protección ambiental e indígenas de Alaska, que
consideran los trabajos petrolíferos un riesgo demasiado grande para el
hábitat y el modo de vida de las comunidades locales.
"Para preservar su legado en el clima, el presidente Barack Obama
debe cambiar el curso de la perforación en el Ártico establecido por el
presidente George W. Bush hace ocho años, y no perpetuarlo", dijo
Michael Brune, director ejecutivo de la organización ecologista Sierra
Club al criticar el permiso concedido a Shell.
Desde el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), la directora general
del programa del Ártico de Estados Unidos, Margaret Williams, afirmó
que "la aprobación trae consigo un nuevo nivel de riesgo para el
Ártico".
"También trae contaminación, tráfico y ruido inaceptables al prístino
hogar de los osos polares, morsas, ballenas y aves marinas", agregó
Williams, al subrayar que la vida silvestre y las comunidades locales de
la región "están en peligro".
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