BERLÍN.- Este fin de semana, más que 11.000 refugiados fueron trasladados de
Hungría a través de Austria hacia Alemania, informaron hoy autoridades
de los dos últimos países.
En vista de la crisis de refugiados más grave en la historia europea
después de la Segunda Guerra Mundial, las autoridades tratan de afrontar
los retos de esta inmigración masiva.
Un portavoz del ministerio del Interior de Austria dijo que la Compañía federal de Ferrocarriles transportó a 11.000 refugiados a Alemania y que miles todavía esperan a viajar a la nación germana.
A finales de la semana, el gobierno de la canciller federal alemana, Angela Merkel, permitió el ingreso de los refugiados de Hungría.
Conforme a la policía, alrededor de ocho mil personas, en su mayoría provenientes de Siria, llegaron a Múnich, la capital de Baviera.
Los decenas de miles de refugiados, que han llegado en el transcurso de las últimas semanas, serán distribuido a las ciudades y municipios según la "clave de reparto de Koenigstein".
Este reglamento dice que las ciudades y municipios tienen que acoger a refugiados según sus ingresos fiscales.
Solamente el sábado, alrededor de 6.800 personas llegaron con trenes especiales a la estación central de Múnich, en la noche al domingo llegaron otros 1.200.
"Un fin del flujo migratorio aún no esta a la vista", dijo un portavoz local de la policía federal en la capital del estado de Baviera.
Mientras, medios alemanes e internacionales reportaron sobre el amable recibimiento de los refugiados en Múnich y otras ciudades alemanes.
Después de semanas de protestas racistas, sobre todo en el este de Alemania, muchos ciudadanos alemanes se reunieron en las estaciones de ferrocarriles para dar la bienvenida a los refugiados.
En Múnich y otras ciudades distribuyeron alimentos y artículos de primera necesidad a las familias exiliadas.
Un portavoz del ministerio del Interior de Austria dijo que la Compañía federal de Ferrocarriles transportó a 11.000 refugiados a Alemania y que miles todavía esperan a viajar a la nación germana.
A finales de la semana, el gobierno de la canciller federal alemana, Angela Merkel, permitió el ingreso de los refugiados de Hungría.
Conforme a la policía, alrededor de ocho mil personas, en su mayoría provenientes de Siria, llegaron a Múnich, la capital de Baviera.
Los decenas de miles de refugiados, que han llegado en el transcurso de las últimas semanas, serán distribuido a las ciudades y municipios según la "clave de reparto de Koenigstein".
Este reglamento dice que las ciudades y municipios tienen que acoger a refugiados según sus ingresos fiscales.
Solamente el sábado, alrededor de 6.800 personas llegaron con trenes especiales a la estación central de Múnich, en la noche al domingo llegaron otros 1.200.
"Un fin del flujo migratorio aún no esta a la vista", dijo un portavoz local de la policía federal en la capital del estado de Baviera.
Mientras, medios alemanes e internacionales reportaron sobre el amable recibimiento de los refugiados en Múnich y otras ciudades alemanes.
Después de semanas de protestas racistas, sobre todo en el este de Alemania, muchos ciudadanos alemanes se reunieron en las estaciones de ferrocarriles para dar la bienvenida a los refugiados.
En Múnich y otras ciudades distribuyeron alimentos y artículos de primera necesidad a las familias exiliadas.
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