LONDRES.- La inflación de dos dígitos, el corazón de los problemas económicos del
país, es aún más alta en otros países. Argentina pasó del tercero al
cuarto puesto en el ranking mundial que realiza la revista The Economist. Al medir la variación interanual al mes de septiembre, Venezuela ocupa el primer lugar, seguida de Ucrania, Siria y Argentina.
La subida de precios de aquellos países que nos superan son realmente preocupantes y varios con situaciones de guerra. Venezuela,
golpeada por la baja del petróleo, el desabastecimiento y con muy pocas
señales amigables a la inversión privada para aumentar la oferta de
productos, acumula una inflación de 120% y se espera un alza para todo
2015 en torno al 150 por ciento.
Ucrania renegocia su deuda externa
con organismos internacionales tras el colapso que le generó a su
economía la invasión rusa en Crimea ya que muchos inversores
directamente abandonaron el país. Los precios suben a ritmo superior al
40% interanual y el PBI arrastra dos años consecutivos de caída. Por la
bajada de los precios internacionales de las materias primas -Ucrania está
entre los 10 principales exportadores de trigo del mundo- la moneda
local se devaluó un 33% en el primer trimestre de este año. Los
pronósticos no son optimistas: el Banco Mundial proyecta una baja del
PBI del 12% y una inflación de 50,8% para fin de 2015.
Siria, en lo peor de su guerra civil con miles de refugiados buscando una mejor vida en Europa,
ocupó el tercer lugar entre los países de más inflación del planeta.
Desde que comenzó el conflicto en 2011, la economía siria se redujo un
60% y la moneda se depreció un 80 por ciento. La producción petrolera
-su principal exportación- cayó a la mitad y un tercio de la población
buscó una mejor vida en otro país.
La inflación acumulada de los últimos
doce meses ya supera el 40 por ciento y se espera que para fin de año
supere el 50 por ciento.
Por detrás de Argentina, con una inflación proyectada entre 20 y 25 por ciento para todo 2015 y un acmulado de 26,6 entre agosto de 2014 y agosto de 2015,
se ubican países con economías más pequeñas, con menos recursos y con
recientes sucesos de guerra o inestabilidad política.
Tal es el caso de
Egipto, que tras golpes de Estado y la primavera árabe, informó un 7,9% de inflación
en el acumulado de los últimos doce meses a agosto gracias a la baja
del precio del barril de petróleo, uno de los productos que más importa.
Y la misma Libia que, por el contrario, exporta petróleo para
reconstruir su economía tras la traumática salida del régimen de Muammar
Khaddafi, la baja del barril impactó de lleno en sus ingresos pero
sostiene una inflación en torno al 10% anual.
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