martes, 1 de septiembre de 2015

En Grecia, el divorcio Tsipras-Varufakis es un hecho por un matrimonio que no debió ser


ATENAS.- Al anunciar que no se presentará a las elecciones legislativas anticipadas del 20 de septiembre en Grecia, el exministro de Finanzas Yanis Varufakis confirmó su ruptura con Alexis Tsipras, un divorcio que según los analistas no afectará al ex primer ministro.

Varufakis "cuenta con un capital de simpatía entre los griegos y sigue siendo un electrón libre" poco dispuesto a aceptar las obligaciones partidistas, explica Gabriel Colletis, profesor de la Universidad francesa de Toulouse.
El economista heterodoxo, quien dimitió del gobierno de Tsipras al día siguiente del referéndum del 5 de julio, se niega a participar "en una campaña electoral (...) triste y estéril", dijo en una entrevista a una radio australiana.
Este ardiente enemigo del tercer plan de rescate internacional de Grecia sostiene que las nuevas medidas de austeridad impuestas al pueblo heleno "van en contra de la filosofía de Syriza", el partido de izquierda griego. El dirigente de la izquierda, Alexis Tsipras, que busca un segundo mandato como primer ministro, "aceptó la lógica (de austeridad) que yo rechazo", declaró Varufakis a la prensa francesa.
Alexis Tsipras dijo en la televisión griega que debió haber nombrado al sucesor de Varufakis en la cartera de Finanzas, Euclide Tsakalotos, "desde el primer día".
 "Ser un buen economista no te hace un buen político", dijo refiriéndose a su exministro de Finanzas.
La ruptura entre los dos hombres, con caminos totalmente opuestos, se remonta al referéndum del 5 de julio, en el que los griegos rechazaron masivamente las propuestas europeas para un nuevo plan de asistencia financiera.
Pese a la contundente negativa del pueblo griego, Alexis Tsipras terminó aceptando las difíciles condiciones impuestas por los europeos, a cambio de un nuevo cheque de 86.000 millones de euros.
"Sus divergencias de opiniones se centraron en la idea de compromiso, ya que Varufakis encarnaba una política de ruptura", según Michel Vakaloulis, politólogo de la Universidad de París 8.
Antes de tirar la toalla, Yanis Varufakis, de 54 años, intentó en vano defender una línea dura frente al Banco Central Europeo (BCE) en pleno cierre de los bancos griegos.
Al parecer, el divorcio de estos líderes no causará un daño mayor a Tsipras. Yanis Varufakis afirma que se quiere consagrar a la creación de una "red europea" que podría resultar en un partido pan-europeo. El profesor Colletis estima incluso que es poco probable que Varufakis "se una al nuevo partido de descontentos" de Syriza, Unidad Popular.
Dentro de Syriza, partido que cuenta entre sus filas con excomunistas, el 'estilo' Varufakis no pasa. Llegando al Ministerio en moto o posando para fotos glamour para una revista francesa, entró en una "espiral narcisista", según Vakaloulis.
En momentos en que Grecia lucha contra un desempleo de más del 25%, exhibirse "en una terraza, degustando pescado, con la Acrópolis de fondo", no fue del gusto de varios miembros de Syriza, "un partido muy austero", según este experto. No obstante, "Tsipras le escogió justamente por su talento de comunicador, para que muestre que Grecia no es un caso aislado en Europa sino que lo que sucedió en este país puede pasar en otros países, sobre todo del sur", analiza.
Sin embargo, aparte de esto, todo los opone.
Yanis Varufakis, exasesor del socialista Papandreu, entró realmente en política en las elecciones legislativas de enero, donde fue electo diputado de Syriza, sin ser miembro. En cambio, Alexis Tsipras, 13 años menor, cuenta con un largo pasado de activista.
Asimismo, si Varufakis estudió en Gran Bretaña y vivió en Australia, Alexis Tsipras es un producto puro de la enseñanza griega. Y cuando el primero habla inglés fluido, el otro apenas logra decir unas pocas palabras en la lengua de Shakespeare.

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