ATENAS.- Al anunciar que no se presentará a las elecciones legislativas anticipadas del 20 de septiembre en Grecia, el exministro de Finanzas Yanis Varufakis confirmó su ruptura con Alexis Tsipras, un divorcio que según los analistas no afectará al ex primer ministro.
Varufakis "cuenta con un capital de simpatía
entre los griegos y sigue siendo un electrón libre" poco dispuesto a
aceptar las obligaciones partidistas, explica Gabriel Colletis,
profesor de la Universidad francesa de Toulouse.
El economista
heterodoxo, quien dimitió del gobierno de Tsipras al día siguiente del
referéndum del 5 de julio, se niega a participar "en una campaña
electoral (...) triste y estéril", dijo en una entrevista a una radio
australiana.
Este ardiente enemigo del tercer plan de rescate
internacional de Grecia sostiene que las nuevas medidas de austeridad
impuestas al pueblo heleno "van en contra de la filosofía de Syriza", el
partido de izquierda griego. El dirigente de la izquierda, Alexis
Tsipras, que busca un segundo mandato como primer ministro, "aceptó la
lógica (de austeridad) que yo rechazo", declaró Varufakis a la prensa
francesa.
Alexis Tsipras dijo en la televisión griega que debió
haber nombrado al sucesor de Varufakis en la cartera de Finanzas,
Euclide Tsakalotos, "desde el primer día".
"Ser un buen economista no te
hace un buen político", dijo refiriéndose a su exministro de Finanzas.
La
ruptura entre los dos hombres, con caminos totalmente opuestos, se
remonta al referéndum del 5 de julio, en el que los griegos rechazaron
masivamente las propuestas europeas para un nuevo plan de asistencia
financiera.
Pese a la
contundente negativa del pueblo griego, Alexis Tsipras terminó aceptando
las difíciles condiciones impuestas por los europeos, a cambio de un
nuevo cheque de 86.000 millones de euros.
"Sus divergencias de
opiniones se centraron en la idea de compromiso, ya que Varufakis
encarnaba una política de ruptura", según Michel Vakaloulis, politólogo
de la Universidad de París 8.
Antes
de tirar la toalla, Yanis Varufakis, de 54 años, intentó en vano
defender una línea dura frente al Banco Central Europeo (BCE) en pleno cierre de los bancos griegos.
Al
parecer, el divorcio de estos líderes no causará un daño mayor a
Tsipras. Yanis Varufakis afirma que se quiere consagrar a la creación de
una "red europea" que podría resultar en un partido pan-europeo. El
profesor Colletis estima incluso que es poco probable que Varufakis "se
una al nuevo partido de descontentos" de Syriza, Unidad Popular.
Dentro
de Syriza, partido que cuenta entre sus filas con excomunistas, el
'estilo' Varufakis no pasa. Llegando al Ministerio en moto o posando
para fotos glamour para una revista francesa, entró en una "espiral
narcisista", según Vakaloulis.
En momentos en que Grecia lucha
contra un desempleo de más del 25%, exhibirse "en una terraza,
degustando pescado, con la Acrópolis de fondo", no fue del gusto de
varios miembros de Syriza, "un partido muy austero", según este experto.
No obstante, "Tsipras le escogió justamente por su talento de
comunicador, para que muestre que Grecia no es un caso aislado en Europa
sino que lo que sucedió en este país puede pasar en otros países, sobre
todo del sur", analiza.
Sin embargo, aparte de esto, todo los opone.
Yanis
Varufakis, exasesor del socialista Papandreu, entró realmente en
política en las elecciones legislativas de enero, donde fue electo
diputado de Syriza, sin ser miembro. En cambio, Alexis Tsipras, 13 años
menor, cuenta con un largo pasado de activista.
Asimismo, si
Varufakis estudió en Gran Bretaña y vivió en Australia, Alexis Tsipras
es un producto puro de la enseñanza griega. Y cuando el primero habla
inglés fluido, el otro apenas logra decir unas pocas palabras en la
lengua de Shakespeare.
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