NUEVA YORK.- Como principal portavoz de la
Reserva Federal, su presidenta Janet Yellen está bajo una creciente
presión de sus colegas y de inversores mundiales para que aclare hacia
dónde se dirige el banco central de la principal economía global y cómo
toma sus decisiones.
Los llamamientos vinieron del presidente de la Fed de
St. Louis, James Bullard, y del presidente de la Fed de Atlanta, Dennis
Lockhart, además de analistas e inversores que dijeron estar confundidos
sobre la dirección de la Fed.
Es quizás la prueba más dura que ha enfrentado hasta el
momento Yellen, que debe guiar a un comité divido entre quienes creen
que la economía estadounidense se ha recuperado lo suficiente como para
soportar una subida de tipos y aquellos que piensan que una economía
mundial débil puede pesar sobre el crecimiento del país.
Sin contar su conferencia de prensa de la semana pasada
tras la decisión, Yellen ha estado alejada de la esfera pública en las
últimas semanas, concentrando su atención en un discurso que ofrecerá el
jueves y que podría entregar claves sobre su posición en el debate
sobre los tipos.
Mientas, analistas e inversores insisten en que la Fed
ha dejado que se presenten contradicciones al decir que los mercados no
influyen en la política monetaria, pero luego reaccionando a los
mercados; declarando que la política monetaria depende de las cifras
económicas y luego argumentando que se necesita que la tasa de desempleo
del 5,1 por ciento caiga aún más.
"Esta será una prueba y quizás la mayor a la que se
haya enfrentado hasta ahora" tras un período inicial de relativa armonía
en el banco central de Estados Unidos, dijo David Stockton, un ex
director de investigación de la Fed.
Lo que está en juego afecta a todo el mundo. Una subida
fuera de tiempo de los tipos de interés en Estados Unidos mientras la
economía mundial se frena puede provocar una mayor desaceleración,
porque los inversores reaccionarían al movimiento con probables retiros
de capital de mercados emergentes.
Parece haber un cierto consenso en que la Fed
contribuyó a la inestabilidad de los mercados de los últimos meses, que
la semana pasada llevó al banco central a postergar una subida de tipos.
"No creo que estemos en una cuerda contraria a los
mercados", dijo el lunes Lockhart. Pero "la incertidumbre sobre las
intenciones (del Comité de Mercados Abiertos) en política monetaria
probablemente contribuyeron al ambiente global de incertidumbre que
causó la volatilidad a mediados de agosto (...) Soy parte de a quienes
les gustaría que el comité afinara su enfoque de comunicaciones,
particularmente en este período", agregó.
Lockhart se cuidó de no criticar personalmente a
Yellen, quien lleva 18 meses como presidenta, abogando por el consenso y
recogiendo muchas apreciaciones sobre la economía.
Bullard fue el lunes un paso más allá en una poco
frecuente aparición en televisión, en la que pidió que el ex secretario
del Tesoro Lawrence Summers y otros terminaran de abogar en público
contra una subida de tipos y enredar el discurso de la
Fed.
La confusión, junto al tono cauto de Yellen en la rueda
de prensa de la semana pasada, ha hecho que los inversores no cuenten
con una subida de tipo hasta el próximo año, pese a que los pronósticos
muestran que 13 de los 17 presidentes de la Fed esperan que la subida se
produzca este año.
Yellen, quien tiene previsto hablar el jueves en Amherst en Massachusetts, puede necesitar actualizar su mensaje.
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