PARÍS.- La Organización de Cooperación y
Desarrollo Económicos (OCDE) recortó este miércoles su previsión de
crecimiento económico mundial a causa de los problemas de países
emergentes como China y Brasil, en un informe que lleva el inusual
título de 'Enigmas e incertidumbres'.
La entidad, que agrupa a 44
países con economías en su mayor parte avanzadas, había rebajado ya en
junio sus expectativas de crecimiento global, debido a la debilidad de
Estados Unidos.
Y este miércoles volvió a recortarlas, con
proyecciones de un aumento del PIB mundial del 3% en 2015 y del 3,6% en
2016, frente al 3,1% y al 3,8% en su informe anterior.
De hecho, 2015 será "el quinto año consecutivo de desaceleración del crecimiento", señala la OCDE.
"La
continuidad de las políticas de estímulo" adoptadas para salir de la
crisis de 2008 "garantizaron el respaldo a la demanda global", pero a
causa de las diferentes combinaciones, "la recuperación prosiguió bien
en algunas economías avanzadas, en tanto que la demanda se debilitó en
muchos emergentes", apunta el documento.
El informe se publica la
víspera del anuncio de la Reserva Federal estadounidense (FED) sobre su
tasa de referencia, esperada con ansiedad por los mercados. Según los
analistas, un aumento de la tasa, que sería la primera en nueve años,
podría impactar negativamente en la actividad económica mundial.
La
OCDE prevé que China crezca un 6,7% este año (una décima menos que en
su previsión de junio) y un 6,5% en 2016 (dos décimas menos). Los datos
chinos son "difíciles de evaluar", dado que reflejan en muchos casos
tendencias contradictorias, precisa la OCDE, para la cual "uno de los
principales enigmas sobre el PIB mundial gira en torno al crecimiento
chino".
Pekín, agrega, con sus gigantescas reservas de divisas,
tiene margen para tomar "medidas adicionales de reactivación", a
condición de dar primacía a "los gastos sociales" que alienten el
consumo interno.
En Brasil, sumido
desde el segundo semestre en la recesión, la situación se ha agravado
desde mediados de año, constatan las previsiones de la OCDE, que recorta
en dos puntos porcentuales su estimación de crecimiento del gigante
latinoamericano en 2015.
El informe prevé ahora que el PIB
brasileño se contraiga un 2,8% en 2015 y un 0,7% en 2016, cuando en
junio apostaba por una contracción del 0,8% para este año y por un
crecimiento del 1,5% para el próximo.
Brasil y otras economías
emergentes como Rusia experimentan "profundas recesiones combinadas con
una inflación bastante alta", apunta la OCDE.
La situación de los
emergentes que son grandes exportadores de materias primas "podría tener
alguna mejora en 2016, si los precios de las 'commodities' no siguen
cayendo", advierte.
La
zona euro, por su lado, crecerá un 1,6% este año, con una mejora de una
décima respecto a las previsiones de junio, indica la OCDE. Y en 2016,
será del 1,9%, aunque esta previsión delata una reducción de dos décimas
desde el informe anterior.
"El crecimiento en la zona euro mejora, pero no tan rápido como podría esperarse", señala el documento.
En
una rueda de prensa reciente, la economista jefe de la OCDE, Catherine
Mann, explicó esa debilidad del crecimiento por el alto nivel del
endeudamiento privado, que traba el despegue del crédito.
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