Grecia no debe servir a intereses euroatlánticos, afirma un candidato de izquierda

ATENAS.- El líder de Unidad Popular y exministro de Energía de Grecia en el gobierno de Syriza, Panagiotis Lafazanis, denostó hoy el control neocolonial que ejercen sobre su país las instituciones financieras extranjeras y defendió "dejar de ser un territorio euroatlántico". 

El dirigente realizó estas declaraciones en un encuentro con la prensa extranjera, y en el que detalló las líneas básicas de la nueva formación política y sus prioridades de cara a las próximas elecciones del 20 de septiembre.

Lafazanis señaló que Unidad Popular "no es un partido tradicional, sino un frente abierto, democrático, patriótico y con un horizonte socialista, que aspira a unir a las fuerzas progresistas que estén en contra de los memorandos y la austeridad".

En referencia a su programa electoral, aseguró que en caso de gobernar abolirá el tercer memorando de préstamo por ser catastrófico, destructivo y peligroso para la economía griega y recuperarán los salarios, las pensiones y la inversión social, así como los derechos laborales y la sanidad pública universal.

Resaltó la necesidad de que las empresas estratégicas y los bancos sean de control estatal, con el fin de fortalecer la faceta social y democrática de la economía y servir a una justa distribución de la riqueza mediante un sistema fiscal equitativo.

Pero la cuestión más controvertida del programa de Unidad Popular es la relativa a la salida de Grecia de la eurozona, y en ese sentido Lafazanis indicó que "el euro no es solo una moneda sino el símbolo del neocolonialismo y de los poderes financieros", por lo que es imprescindible la vuelta a una moneda nacional.

"Esta transición no será fácil, pero sí sostenible y aliviada mediante políticas y ayudas sociales, y la decisión es política más que económica", dijo, al tiempo que lamentó que "esta opción haya sido demonizada por los defensores del neoliberalismo".

Para el dirigente "los partidos que apoyan ahora el nuevo memorando no tienen más programa que el dictado por los inspectores y gobernarán juntos, en una gran coalición, para llevar a cabo las políticas de austeridad" y aseguró que "las diferencias son irrelevantes entre unos y otros".

Por último, y en el plano internacional, apostó por estrechar lazos con países como Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica (el grupo BRICS), "cada vez con más peso en el contexto mundial" y mostró su total oposición al intento de Occidente por resucitar una guerra fría contra Rusia y al bloqueo decretado contra ella.