lunes, 14 de septiembre de 2015

Entre divisiones sobre el diagnóstico, la Unión Europea considera reformar la zona euro


VIENA.- En la Unión Europea el debate parece centrarse sobre cómo fortalecer la unión monetaria tras seis años de una crisis debilitadora, intensificada por el drama de los refugiados y de la deuda griega.

Por un lado, están los que creen que la zona euro, de 19 miembros, necesita dar pasos audaces hacia la integración federal para sobrevivir como un área cambiaria estable.
Por el otro, están los que argumentan que con un escaso apetito público o político para compartir más soberanía, Europa debe seguir adelante con cambios modestos y graduales.
Los jefes de cinco entidades de la Unión Europea propusieron en junio una serie de medidas para reforzar en los próximos dos años la unión bancaria del bloque, integrar mejor sus mercados de capital, de energía y digital, impulsar la competitividad económica y contrarrestar desequilibrios macroeconómicos sin cambiar el tratado de la Unión Europea.
Incluso las propuestas relativamente de bajo perfil afrontan resistencia, particularmente desde Berlín, donde existe una fuerte oposición a compartir más responsabilidades a nivel europeo.
Pocos días después de que la zona euro llegó a un acuerdo para mantener a Grecia en el área monetaria con un tercer rescate, un ministro francés y un alto cargo del Banco Central Europeo llamaron a la creación de un Tesoro de la zona euro, con Parlamento y presupuesto propio, además de poder para supervisar políticas económicas y fiscales nacionales.
El ministro de Economía de Francia, Emmanuel Macron, dijo que París y Berlín tendrán que superar desconfianzas sobre la soberanía y los riesgos compartidos para "reinventar" a Europa y hacer que la zona euro funcione.
"Para los franceses, esto significa que debemos realizar reformas que rompen viejos hábitos de una vez por todas. También significa que los alemanes tendrán que romper tabúes", declaró al diario Süddeutsche Zeitung.
"Si los estados miembros no están listos para alguna forma de transferencia financiera en la unión monetaria, como es el caso hoy, entonces pueden olvidarse del euro y de la zona euro", sentenció.
En forma separada, el miembro del consejo ejecutivo del BCE Benoît Coeuré instó a la creación de un Ministerio de Finanzas europeo bajo la supervisión del Parlamento Europeo.
Esa entidad sería responsable de prevenir desequilibrios económicos y fiscales, manejar crisis y administrar el presupuesto de la zona euro.
Además, representaría a los gobiernos de la zona euro en instituciones internacionales económicas y financieras.
La respuesta de Alemania, la principal economía y poder político de la zona euro, ha sido cauta, pero no de rechazo.
La canciller Angela Merkel afirmó que el fortalecimiento de la zona euro probablemente será un proceso gradual, dado que pocos gobiernos están dispuestos a cambiar el tratado fundacional de la Unión Europea, que requiere de una ratificación por referéndum en varios países miembros.
Berlín y París están trabajando en mejorar la unión bancaria europea, en construir una unión de mercados de capital y en desarrollar una gobernanza más efectiva para promover la competitividad económica, dijo Merkel.
Aún no está claro si Francia estará más dispuesta que en el pasado a ceder más soberanía sobre política fiscal y económica y si Alemania estará dispuesta a compartir más riesgo a través de un presupuesto común europeo o mutualización de deuda.

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